Bolsa, mercados y cotizaciones

La prima de riesgo italiana, al borde del abismo por la consulta de Atenas

Miedo es la palabra que mejor puede definir lo que pasó ayer en los mercados. Miedo a que los ciudadanos griegos voten que no en el referéndum sobre si aceptar o no el rescate de la Unión Europea, lo que se traduciría en una quiebra de Grecia.

Miedo a si esta quiebra llevará consigo algún susto más en el sector financiero tras el rescate de Dexia, el segundo banco con más exposición a deuda helena (ver página 10). Pero, sobre todo, miedo a que la crisis europea de deuda se cobre a una nueva víctima. Y qué víctima: Italia. De momento, los datos de sus seguros contra el riesgo de impago, que ayer alcanzaron los 515 puntos básicos, ya le dan una probabilidad de impago del 35 por ciento, según Bloomberg.

Italia se convirtió ayer, con permiso de Grecia, en la diana a la que apuntaron los dardos bajistas de los inversores. Su índice bursátil fue el que más recortó y sus bancos se situaron entre los que más retrocedieron del sector. Pero si algo sufrió de manera desproporcionada fue su deuda. La rentabilidad de su bono a 10 años, que sube cuando cae su precio, alcanzó niveles históricos en el 6,19 por ciento y su prima de riesgo con respecto al bono alemán superó los 442 puntos básicos, también máximo histórico. E incluso se situó en algunos momentos de la sesión por encima de los 450 puntos básicos y no anima demasiado saber que Portugal e Irlanda tardaron menos de un mes en pedir su rescate tras superar sus primas de riesgo ese mismo nivel. Tampoco es ningún consuelo que el bono italiano alcanzase este diferencial a pesar de las compras, no confirmadas, de bonos italianos y españoles del BCE, en el primer día de Mario Draghi como presidente (ver apoyo).

La oposición pide otro Gobierno

Tanto fue el castigo que el propio primer ministro Silvio Berlusconi se vio obligado a salir al quite-vía comunicado- de quienes ya sitúan a Italia como la siguiente víctima de esta crisis de deuda. "No hay duda de que la evolución negativa de los cambios está influida fuertemente por la decisión griega de convocar un referéndum sobre el rescate acordado con la UE", ha subrayado, para recalcar que las medidas de reforma que Italia prometió en la Cumbre del pasado miércoles se aplicarán con determinación y que así se comunicará en la próxima reunión del G20 en Cannes. Unas medidas que, por otra parte, no han sido muy bien recibidas por sus electores. De hecho, según una encuesta presentada ayer por IPR Marketing, su popularidad ha caído al nivel más bajo desde que fue reelegido en 2008.

Sin embargo, sus palabras parece que no convencieron al mercado, que ha bautizado las dudas que despierta el cumplimiento de su plan de medidas de ajuste como prima Berlusconi. "Aun cuando Italia se ha visto forzada a comprometerse a un presupuesto para 2012 con un incremento de la edad de jubilación, su cumplimiento sigue siendo un problema, a lo que se suma la previsión de inestabilidad política ya que puede que Berlusconi, Primer Ministro, dimita", afirmaban recientemente desde Saxo Bank.

En esta línea se pronunció precisamente Enrico Letta, vicepresidente del Partido Demócrata, que pidió que Italia acuda a la reunión de Cannes no con una promesa de cumplimiento de su descafeinado plan de ajuste, sino con el anuncio de un nuevo Gobierno de emergencia nacional. "Nuestro grado de preocupación es total. Exprimimos la necesidad, que en este momento es urgente, por minutos, de un cambio de escenario político para dirigir la tormenta", dijo a medios de comunicación italianos. Una petición que previamente había defendido el secretario general del Partido Democráta, Pierluigo Bersani, ante Giorgio Napolitano, presidente de la República e incluso que fue respaldada por empresarios y banqueros italianos que instaron al Gobierno a "asumir inmediatamente las medidas que son necesarias, o de lo contrario extraiga las consecuencias y lo haga rápidamente por el interés de Italia".

España no se aleja del foco

Aunque las mayores dudas de los inversores se concentraron en Italia -no en vano su deuda sobre el PIB asciende al 120 por ciento-, también tuvieron en el punto de mira a España. "El mercado piensa que Grecia va a salir del euro y hay un riesgo de contagio a la deuda italiana y a la española. Es la razón por la que el BCE compra deuda italiana y española", indicó a AFP Miguel Ángel Rodríguez, de XTB.

Así, su prima de riesgo con respecto al bono alemán superó la barrera de los 375 puntos básicos, la cifra más alta desde el 5 de agosto, justo cuando el Banco Central Europeo reanudó la compra de deuda pública de la periferia europea, lo que encarecerá sus emisiones de deuda -mañana pretende captar hasta 4.500 millones de euros en bonos a 4 y 5 años- .

En este fuerte repunte mucho tuvo que ver la escalada de la rentabilidad de su bono a diez años, que alcanzó el 5,52 por ciento (intradía llegó a cotizar en el 5,62 por ciento) pero también las fuertes compras que llevaron a cabo los inversores de bonos alemanes. De hecho, su rentabilidad retrocedió hasta el 1,76 por ciento frente al 2,02 por ciento a la que cerró el lunes, lo que supone la caída más baja del año.

Pero los inversores tampoco se olvidaron de Francia. La fuerte exposición de los bancos galos a la deuda griega -es el tercer país, después de Grecia, con más deuda pública helena- y la sensación de que será la próxima en sufrir la pérdida de su calificación de triple A , provocó que su prima de riesgo alcanzara niveles históricamente altos.

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