Bolsa, mercados y cotizaciones

La banca europea sufre las mayores tensiones desde la quiebra de Lehman

Europa no sólo sangra por la herida de Grecia. También lo hace por la de la banca europea, que está tan expuesta a las presiones como cuando estalló la crisis. O más, incluso. Porque su situación en los mercados ya es más tensa que en los meses posteriores a la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, el acontecimiento que agravó definitivamente los problemas financieros en septiembre de 2008.

El empeoramiento de la situación se refleja en los índices que aglutinan a los seguros de crédito (CDS) que cubren la deuda subordinada -la de menor calidad- y la deuda senior -la de mayor calidad- de la banca europea. Ayer, el indicador sobre los títulos subordinados escaló desde los 543 hasta los 552 puntos básicos, una cota histórica a la que ni siquiera se acercó tras la quiebra de Lehman. Algo similar ocurrió con el índice sobre la deuda senior, que se acercó a su récord al repuntar hasta los 296 puntos. Estos registros denotan la desconfianza reinante, ya que los CDS suben cuando los inversores buscan protección en ellos ante las dificultades que puede sufrir el emisor de la deuda cubierta por ese seguro.

En paralelo, las cotizaciones financieras volvieron a sufrir en el parqué. Entre los principales bancos europeos, el italiano Intesa Sanpaolo cayó un 6,2%; los franceses BNP Paribas y Société Générale, un 5,1 y un 4,9%; y el alemán Deutsche Bank, un 4,3% -ver página 34-. Entre los españoles, Bankinter cedió un 3%; Caixabank, un 2,8%; Bankia y Sabadell, un 1,6%; Santander, 1,5%; y BBVA, un 1%. La excepción fue Popular, que subió un 0,3%.

Con la banca en contra, el Dax alemán bajó un 3%; el EuroStoxx 50, un 2,2%; y el Ibex 35, un 1,5%, hasta los 8.225,4 puntos. Estas caídas rondaron el 4% durante la sesión, pero las caídas se suavizaron cuando el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, aseguró en la tarde de ayer que "está preparado" para enviar más estímulos.

También en el interbancario

Otra muestra de las tensiones se observa en otro de los termómetros para tomar la temperatura a las dificultades de los bancos. Se trata de la diferencia entre el euribor a tres meses, que determina los intereses que exigen los bancos por prestar dinero a otras entidades a ese plazo, y los tipos a tres meses de la eurozona -técnicamente, swap eonia a tres meses-, un dato vinculado a los tipos oficiales establecidos por el Banco Central Europeo (BCE). Esta referencia ronda los 80 puntos básicos, con lo que se mueve en el terreno más alto desde marzo de 2009. Y, de nuevo, no es bueno, porque cuanto mayor es la diferencia, mayor es la tensión existente.

A la espera del BCE

El incremento de las presiones en torno a la banca y las consiguientes restricciones de crédito están calentando el ambiente ante la reunión que celebrará mañana el BCE. Todo indica que la entidad presidida por Jean-Claude Trichet será sensible a esta realidad y reforzará la liquidez disponible para los bancos con operaciones de financiación a largo plazo (12 meses) y con compras de cédulas hipotecarias. Además, no se descarta la posibilidad de que baje los tipos de interés.

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