Bolsa, mercados y cotizaciones

El crudo alcanza los 100 dólares y el Dow sufre el peor inicio de su historia

Los malos augurios con que se presentaba esta mini-semana inicial del año en Wall Street se quedaron cortos. Se esperaba un mercado débil e incapaz de recuperar hasta que se publique mañana el dato del paro. Pero no se esperaba un nuevo batacazo de 200 puntos en el Dow Jones después del que se dio ya el lunes 31 de diciembre, que fue hábil en EEUU. Además, el petróleo tocó la mítica cifra de los 100 dólares en su primera sesión de 2008.

Pero eso fue exactamente lo que ocurrió ayer. El Dow se hundió 220,86 puntos, el 1,67%, y su caída amenaza ya los 13.000 puntos (de hecho, llegó a perderlos durante la sesión). Se trata de la mayor caída en puntos de la historia en la primera sesión del año, y la mayor en porcentaje desde 1983. El S&P 500 se dejó algo menos, el 1,44%, y el Nasdaq perdió el 1,61%.

Detrás de este nuevo batacazo hubo varias explicaciones. Por un lado, el ISM industrial, el índice de actividad más seguido en EEUU, perdió los famosos 50 puntos que marcan la frontera entre la expansión y la contracción, lo que apunta claramente al temido escenario de recesión en 2008. El índice se situó en 47,7 puntos, su nivel más bajo en cuatro años.

Ni siquiera las esperanzas de más bajadas de tipos de la Fed sirvieron esta vez de consuelo; y eso que ayer se publicaron también las actas de la última reunión del banco central, que dieron argumentos para esperar más recortes. Quizá fuera porque el índice de precios que acompaña al ISM subió más de lo esperado.

La segunda gran explicación para el nuevo desastre bursátil fue el espectacular ‘rally’ de las materias primas. El petróleo tocó los 100 dólares intradía por segunda vez en la historia, y acabó en 99,62, con un subidón del 3,8%. El oro no se quedó atrás y marcó máximo de 28 años en 860 dólares. Por si fuera poco para alimentar los miedos inflacionistas, el dólar sufrió nuevas caídas por culpa del ISM, con lo que el euro subió hasta 1,4727 dólares.

Sin embargo, los bonos lanzan un mensaje distinto. Con este panorama, se dispararon en precio y cayeron con fuerza en rentabilidad hasta el 3,89%, lo que implica que concede mucha más importancia al riesgo de recesión que a las tensiones inflacionistas.

En cuanto a los valores, los gigantes tecnológicos fueron los más castigados, con caídas del 4,9% para Intel, del 4,8% para AMD o del 3,1% para IBM. Tampoco remite la crisis crediticia: General Electric tuvo que renunciar a la compra de la firma hipotecaria PHH por falta de financiación.

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