Bolsa, mercados y cotizaciones

La tensión se dispara como nunca en la deuda periférica

Todos a una. El problema es que no fue para nada bueno, sino para recibir un castigo... soberano. Y nunca mejor dicho, porque fueron la deuda pública y la credibilidad de los países periféricos de la eurozona las que sufrieron ayer un varapalo al unísono. Los impactos fueron históricos, ya que las primas de riesgo y los seguros de crédito (CDS) de la mayoría de esas naciones se dispararon hasta donde nunca antes lo habían hecho.

El caso más extremo, claro está, fue el de Grecia. Los inversores dan por hecho que, más pronto que tarde, Atenas se declarará en quiebra e incluso saldrá del euro. "Los precios actuales de los bonos griegos ya reflejan este escenario", asegura Paul Brain, gestor de Newton, parte de BNY Mellon AM. Así es, puesto que las ventas -que provocan subidas en los rendimientos- causaron que la rentabilidad de los títulos helenos a un año se disparara al 117% y la de los bonos a 10 años repuntara al 23,5%. A su vez, este incremento provocó que la prima de riesgo helena, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos griegos y alemanes a 10 años, se ampliara de los 1.880 a los 2.180 puntos básicos. La onda expansiva se propagó a los CDS, que se dispararon hasta los 3.618 puntos básicos, otra cota sin precedentes.

Al rebufo de Grecia, el resto de los periféricos sufrió con fuerza: la prima de riesgo de Portugal subió de los 936 a los 956 puntos básicos; la de Irlanda, de los 686 a los 702 puntos; la de Italia, de los 363 a los 383 puntos; y la de España, de los 338 a los 358 puntos -el rendimiento de los bonos subió al 5,32%-. En los dos últimos casos, supone la mayor brecha desde que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a comprar deuda española e italiana a comienzos de agosto. En contraste, la rentabilidad del bund alemán marcó un mínimo histórico en el 1,73%.

El miedo se trasladó igualmente a los seguros anti-impago. El de Italia superó los 500 puntos básicos por primera vez en la historia -terminó en los 502,4-; el de Portugal elevó su récord hasta los 1.215 puntos básicos y se colocó como el segundo más alto del mundo, por detrás de Grecia y por delante de Venezuela. Y el de España finalizó en los 426,8 puntos, aunque durante la jornada llegó a los 446, un terreno que nunca antes había pisado.

Más difícil para el Tesoro

La tensión de las presiones en torno a la deuda periférica complicará el trabajo del Tesoro Público español, que el jueves colocará distintos tipos de obligaciones a 10 años. El organismo emisor precisó ayer que su objetivo de financiación en esta operación consiste en captar entre 3.000 y 4.000 millones de euros.

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