Bolsa, mercados y cotizaciones

Una carrera de fondo para las firmas vascas

Las empresas vascas, especialmente las financieras e industriales, conocen bien lo que supone cotizar en bolsa, no en vano Bilbao fue el segundo parqué español, fundado en 1890. Los valores estrella del corro bilbaíno son grandes multinacionales como BBVA e Iberdrola, enseñas que lleva con orgullo la plaza, pero también firmas como Tubacex, Tubos Reunidos, Befesa, CIE Automotive o Tavex.

Salir a cotizar no es una historia lineal. Así, algunas firmas estuvieron en el mercado, pero se salieron después por no encontrar en el mercado lo que esperaban. Fueron los casos de Azkar, Grupo Ormazabal, Zayer o Ona Electroerosión. Otras lo tuvieron que dejar al integrarse en empresas mayores, véase Cementos Lemona adquirida por Portland Valderrivas; Sefanitro por Fertiberia; o Inmobiliaria Zabálburu por Bami.

Pero con el nuevo siglo llegan también los relevos a la bolsa bilbaína. Hay un nuevo grupo de empresas, de actividad industrial, que miran a los corros como una alternativa para apalancar sus crecimientos. Algunas de ellas expresan claramente que su meta es bursátil, mientras que otras no lo tienen tan claro, aunque por si se diera el caso, preparan sus estructuras para que a medio plazo pudiera ser una vía a tener en cuenta.

Ir a bolsa... todavía no

Eso sí, ninguna de ellas cotizará de forma inmediata. Habrá que esperar, porque se trata de una carrera de fondo en la que deben preparar sus estructuras, ganar un poco más de dimensión y encontrar unos mercados bursátiles más tranquilos. Esta lista estaría compuesta inicialmente por las aeronáuticas Aernnova, ITP y Grupo Alcor; la Corporación IBV, las firmas de nuevas tecnologías Ibermática y el Grupo IT Deusto; la inmobiliaria Iurbentia; y la biotecnológica Progenika.

Alas para Aernnova

Aernnova es la heredera de Gamesa Aeronáutica, compañía vendida a su equipo directivo y a un consorcio liderado por Caja Castilla La Mancha Corporación e Isolux. Al frente de la compañía se mantiene su anterior Ejecutivo, quien le hiciera crecer, Juan Ignacio López Gandásegui, conocido en los corros financieros como alguien que sabe hacer aeronáutica y que también comprende cómo funcionan los mercados de valores. Desde el principio López Gandásegui dejó claro que su intención es volver a bolsa, aunque esto no ocurrirá antes de 2010. Aernnova regresó el pasado ejercicio a la senda de los beneficios, que espera elevar por encima de los cuatro millones este año, gracias a una facturación de 400 millones. Para apuntalar su crecimiento se ha diversificado geográficamente, hacia la zona dólar (Brasil, México y EEUU) y también hacia la energía eólica en competencia con su antigua matriz. Los planes de negocio del grupo apuntan a superar los 700 millones de facturación a tres años vista.

Alcor, de la carretera al cielo

El Grupo Alcor tiene su origen en 1994. Es una empresa familiar que comenzó su singladura en el sector de componentes de automoción y que canalizó su diversificación hacia la aeronáutica para rentabilizar su experiencia en nuevos materiales (principalmente en fibra de carbono) y en desarrollos tecnológicos. Así vio la luz SK10 y también tomó posiciones en Andalucía. Alcor facturó el pasado año 60 millones y registró un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 6,72 millones, cifras que variarán notablemente tras dos importantes operaciones -ambas vinculadas al sector aeronáutico- y que podrían colocarles en su objetivo de multiplicar por cuatro sus ventas en 2011.

Por un lado, junto a la catalana Ficosa, se ha hecho con el control de la andaluza Sacesa. De forma paralela, la firma vasca ha anunciado una inversión de 35 millones para crear una planta de estructuras aeronáuticas en Brasil. Desde Alcor no precisan si tienen puestos los ojos en el mercado de valores, pero en alguna ocasión Gaizka Grajales, su presidente, ha manifestado que les vendría bien un socio financiero para apuntalar su crecimiento.

La sólida Corporación IBV

Se trata de una corporación industrial surgida de la alianza estratégica y familiar de las antiguas siglas BBV e Iberdrola, cabeceras que aún se reparten a medias su capital. Su activo más emblemático es su participación en Gamesa, pero detrás hay un universo de compañías relacionadas con las nuevas tecnologías como Teltronic, Rymsa, Vinzeo y Gh Electrotermina y gestiona en conjunto unos activos de más de 1.000 millones. El año pasado registró un volumen de negocio de 135,4 millones y 528 millones de beneficio, favorecidos por la rotación de inversiones.

Al frente de la corporación se encuentra Alfonso Basagoiti Zavala, bien conocido entre los inversores tras su paso por BBVA y la presidencia de la propia Gamesa. Desde la Corporación descartan cualquier posibilidad de ir a bolsa. Sin embargo, no es descartable que pueda haber cambios societarios a medio plazo, debido a la estrategia del BBVA de centrar las inversiones del grupo financiero en su sector natural. Por tanto, parece una compañía a seguir, tanto sobre los movimientos de sus accionistas, como por los aciertos que ha registrado hasta el momento sobre las compañías en las que invierte.

El tiempo de Ibermatica

Tempus fugit fue el último lema de la reunión anual de Ibermática, compañía guipuzcoana especializada en tecnologías de la información, para hacer comprender que hay que aprovecharlo al máximo. Y así lo ha hecho este grupo liderado por José Luis Larrea, su plan estratégico hasta 2009 apunta a elevar sus ingresos hasta los 337 millones, para lo cual establece tanto crecimiento orgánico, como una política activa de adquisiciones, sobre todo en el exterior, con la mirada puesta en la Europa del euro.

Este grupo manifiesta que no está pensando en salir a bolsa, pero sí que está preparando su estructura interna a los requerimientos que exigiría acudir al mercado. Actualmente su capital está controlado por cajas de ahorros. La participación más significativa es la de Kutxa, de un 41,73 por ciento; seguido de otra serie de entidades que ostentan un 11,2 por ciento cada una, que son Once, Banco Guipuzcoano, Caja Vital y Caja Navarra.

Iurbentia joven y ambiciosa

Aunque es una recién llegada, con tan sólo dos años de historia, Iurbentia se caracteriza por su gran ambición. Cuando se presentó su consejero delegado, Emilio Prieto, adelantó que pretendían ser una inmobiliaria de referencia y en unos tres años ir a bolsa. Aunque su sede social está en Madrid, entre sus accionistas hay importantes empresas vascas, entre ellas la constructora Afer; la firma Canteras y Construcciones (Cycasa); el grupo Cosimet que actúa en los mercados siderúrgicos e inmobiliarios; y la inversora Garalde Capital Desarrollo. Actualmente concentra una bolsa de suelo de 540.000 m² y derechos para construir 2.330 viviendas, mientras puntualiza que las incertidumbres del sector no le afectan. Recientemente ha adquirido el 5 por ciento de la compañía Habidite Technologies, también controlada por Afer, que tiene un revolucionario sistema de construcción modular de viviendas.

El nuevo grupo Ingeteam

Estamos frente a un grupo industrial que opera en bienes de equipo eléctricos y electrónicos para los sectores de energía, construcción naval, ferrocarril, siderurgia y aeronáutica. Además participa en construcción naval a través del 34 por ciento del capital del astillero La Naval de Sestao, resultado de la privatización de Izar. Dado su fuerte crecimiento, ha reorganizado su estructura interna, constituyendo un hólding con seis divisiones, ha unificado su nombre alrededor de Ingeteam. A muchos les pasó desapercibida, pero ha tenido que ser una desinversión de Kutxa, la que ha dado a conocer que el mercado valora sus activos en 514 millones. Sus previsiones, según adelantó su presidente, Javier Madariaga Artamendi, son situar su facturación en los 1.000 millones en 2011. Todo ello unido, les otorgará dimensión y estructura salir a cotizar, pero tal decisión no se adoptará antes de alcanzar dichos objetivos.

IT Deusto, sueños de bolsa

La consultora tecnológica vasca IT Deusto lleva soñando con llegar a la bolsa desde hace muchos años, pero a pesar de sus esfuerzos hasta el momento no había logrado la dimensión suficiente para ello. Por eso, la reciente fusión con Gesfor buscar hacer sombra a su competidor Indra y podría suponer el espaldarazo que busca Abel Linares para llegar al parque. Eso sí, todo dependerá de la finalización del proceso de valoración de activos que implica la fusión, según manifestaron fuentes del grupo tecnológico. Con esta operación, que les proporciona presencia en 15 países, prevén alcanzar una facturación de 260 millones y un resultado de explotación de 34 millones.

ITP calienta motores

Otra firma vasca industrial que no oculta su interés por la bolsa en un escenario de medio plazo es el Grupo ITP, que opera en la fabricación de motores de aviación y navales. Su accionariado está en manos del grupo familiar aeroespacial Sener (53 por ciento) y la multinacional Rolls Royce (47 por ciento). Cuenta con 12 fábricas repartidas entre España, Gran Bretaña y México y sus ventas alcanzaron el pasado año los 439 millones, cifra que pretende elevar hasta los 546 millones en el horizonte 2010. Su cartera de pedidos le asegura carga de trabajo a veinte años vista, como a través de sus participaciones, entre otros, en los motores Trent 900 y en el del A380 de Airbus. Se trata de una compañía que debido a su actividad requiere de fuertes inversiones, que en el periodo 2006-2010 se cuantifican en 370 millones de euros. Todavía no hablan de cotizar, pero su plan de negocio apunta que deberán estar en condiciones de poder hacerlo en 2010.

Las patentes de Progenika

Progenika es una de esas empresas sorprendentes que surgen por iniciativa de dos científicos que vieron cómo sus investigaciones tenían una clara aplicación práctica y unas más que interesantes perspectivas de negocio.

Nació en 2000, se instaló en una incubadora del Parque Tecnológico de Vizcaya y su crecimiento le ha permitido ya encargarse un edificio propio y establecer nuevas filiales como Proteomica y otra en Boston (Estados Unidos). Su capital está controlado por sus fundadores y cerca de una tercera parte por un fondo de capital riesgo del Gobierno vasco y varias farmacéuticas.

La actividad de Progenika se mueve en el nuevo sector de la biotecnología y su principal activo es el desarrollo de "biochips", sistemas que permiten diagnósticos genéticos de las enfermedades y su personalización respecto de cada paciente. Se trata de un valor a seguir de cerca.

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