Bolsa, mercados y cotizaciones

Las caídas de Wall Street provocan el mayor retraso de OPV desde 2001

  • Once compañías han pospuesto en la última semana su debut bursátil
  • Hasta 64 empresas han retrasado o anulado su salida al mercado

El día 19 se ejecutaba la OPV (Oferta Pública de Venta) de la red social LinkedIn, que consiguió doblar su precio de salida al cierre de la sesión. En aquellas fechas, los principales índices americanos se movían en zonas de máximos anuales que a su vez remitían a niveles pre-Lehman. Tres meses después, el S&P 500 no sólo ha perdido esos niveles, sino que ha desandado todo lo que había avanzado en el año. Sólo en lo que ha transcurrido de agosto -un mes tradicionalmente tranquilo, aunque no haya sido así en los últimos años- el indicador cae un 6,55%. En el año se deja un 4,5%.

Estos cambios en el escenario bursátil de EEUU como consecuencia de los síntomas de enfriamiento de su economía están empezando a afectar, también, al calendario de estrenos bursátiles. De acuerdo con los datos del último informe semanal de la plataforma IPREO, hasta 11 compañías decidieron retrasar su salida a bolsa la semana pasada por el difícil momento que están atravesando los mercados. Se trata del mayor número de cancelaciones de OPV desde los meses previos al estallido de la burbuja de las puntocom ya que, según el informe, en la semana del 19 de marzo de 2001 siete compañías decidieron posponer su salida a bolsa.

¿Qué significa este frenazo?

Hasta el mes de julio inclusive, 2011 ha resultado un buen ejercicio en cuanto a estrenos bursátiles. Según datos recogidos de Bloomberg, a estas alturas del año hay anunciadas 446 operaciones de salida a bolsa, un 106% más respecto al número de operaciones previstas en agosto del año pasado.

Este incremento de compañías dispuestas a salir al mercado ha sido interpretado como un signo de recuperación económica al entenderse que las compañías están volviendo a ver las bolsas como un medio rentable para financiarse después de las caídas de los dos años anteriores, como consecuencia de los desplomes posteriores a la quiebra de Lehman Brothers. De ahí que el hecho de que en la última semana once compañías (15 desde el comienzo de agosto, ver gráfico) hayan decidido posponer sus OPV ante la alta volatilidad del mercado-en el mes de agosto el índice VIX, que estima el riesgo que afrontan los inversores en el mercado americano, llegó a cotizar en 48 puntos- se puede interpretar como un signo de pérdida de confianza. De hecho, el balance de compañías que han preferido retirarse o posponer su debut bursátil en EEUU -64 en total- durante los últimos doce meses es un 64% superior al del mismo periodo del año pasado, según Bloomberg.

Finalmente, estas cancelaciones tienen otro efecto añadido, que también suponen un lastre para la recuperación del mercado bursátil estadounidense, el que hasta hace escasamente un mes había mostrado mayor fortaleza frente al castigo que los bajistas estaban repartiendo en las bolsas europeas.

Las empresas no dan el salto a bolsa porque consideran que no hay espacio para nuevos competidores, por lo que tendrían más dificultades para captar la atención de los inversores. Inversores, por otra parte, que en estos momentos prefieren añadir liquidez en la cartera. Según la última encuesta a gestores de fondos de BoFa-Merrill Lynch, la posición media en liquidez de sus carteras es del 5,5%, el nivel más alto desde diciembre de 2008.

También refleja esta situación el índice de OPV de EEUU que elabora Bloomberg, que mide la evolución del valor en bolsa de compañías neófitas. Desde el comienzo del 2011 acumula un retroceso del 16,5%.

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