Bolsa, mercados y cotizaciones

Qué mercados tienen el apoyo de las agencias de 'rating'

Latinoamérica y Asia son los dos en los que más se han mejorado las notas crediticias de sus socios; ¿puede el inversor sacar partido de ello?

Se han convertido en la diana de todas las críticas, se ha dudado en numerosas ocasiones de su independencia a la hora de calificar la deuda de los Gobiernos o de las empresas y sus decisiones son replicadas casi al instante por los mercados, que normalmente responden a sus evaluaciones con fuertes caídas. Las protagonistas de estas líneas no son otras que las agencias de calificación crediticia.

En los últimos meses sus decisiones han copado titulares y han provocados caídas bursátiles no vistas en mucho tiempo. No en vano, cada vez que se han pronunciado Moody's, Fitch o Standard &Poor´s, las tres principales, lo han hecho para resaltar los problemas de deuda de los gobiernos, sobre todo de la periferia europea, con la consiguiente rebaja en su calificación crediticia. Sin embargo, no sólo han dado palos. También han otorgado alguna que otra zanahoria. Y aunque estas noticias apenas hayan tenido repercusión en los medios, sí pueden tenerla en sus mercados.

La primera característica en común que tienen las economías que han recibido una mejora en su calificación crediticia por parte de alguna de las tres principales agencias, es que todas forman parte del extenso grupo que forman los países emergentes. Y la mayoría de ellos se integra a su vez en dos zonas: Latinoamérica y Asia. Según los datos de Bloomberg, en los últimos 90 días laborables, países como Brasil, Colombia, Chile, Uruguay, Indonesia, Filipinas y, ya en Europa, Letonia han recibido mejoras en la calificación de su deuda a largo plazo. Y ello les permite que a partir de ahora puedan obtener financiación más barata cuando acudan al mercado.

De Latinoamérica....

Dentro del mercado latinoamericano, Brasil y Colombia son los que más parecen convencer a las agencias de calificación. En el caso del primero, Moody's le ha elevado la calificación de Baa3 a Baa2 mientras que Fitch ha cambiado su calificación de BBB- a BBB. Y las mismas agencias son las que han decidido cambiar su nota sobre Colombia. Así, Moody's ha optado por sacarla del grupo de países con grado especulativo (más conocidos como bono basura) al incrementarle el rating de Ba1 a Baa3 y Fitch ha hecho lo propio al elevar su nota de BB+ a BBB-.

La mala noticia es que esta mejora de calificación no ha tenido aún un efecto positivo en sus bolsas -el brasileño índice Bovespa pierde en 2011 un 14 por ciento y el colombiano, un 10,7 por ciento-, pero la buena es que sí puede tener un efecto positivo a partir de ahora.

"Aunque en lo que va de año Brasil no haya podido marcar la diferencia entre los mercados emergentes, que en general están teniendo un comportamiento decepcionante, todo apunta a que de medio a largo plazo retomará la senda de la prosperidad", afirma Patrick Pastollnigg, experto en Iberoamérica de Raiffeisen Capital Management. Sobre todo, teniendo en cuenta que uno de los principales lastres a los que se enfrenta el país presidido por Dilma Rousseff, la alta inflación, parece que empieza a estar controlada- el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) de Brasil subió un 0,1 por ciento en julio frente al 0,23 por ciento de junio-. Esto explica que sean varios los analistas que consideran que la subida de tipos que llevó a cabo su banco central el jueves hasta el 12,5 por ciento pueda ser la última. "Aunque seguimos creyendo que habrá una subida adicional de 25 puntos básicos en agosto, puede que después los mantengan si se sigue deteriorando la economía global", afirman en Barclays.

De cumplirse esta expectativa, el mercado brasileño de acciones podría empezar a recuperar parte del terreno perdido, y si lo hace, fondos como BNY Mellon Brazil Equity A, el que mejor preserva el capital este año, pueden ser una opción para el inversor. Pero, sin duda, si hay un activo que recuperaría el brío perdido ese sería el de renta fija. La mejora de rating, unida a unos tipos estables, no hace sino mejorar la rentabilidad de los inversores que ya tengan algún bono del estado brasileño en cartera. Y en este contexto, fondos como Santander Brazilian Short Duration pueden ofrecer buenas oportunidades. Lo mismo sucede en el mercado colombiano.

Salir del grupo de países con calificación de bono basura no sólo supone que su riesgo de incumplir un pago se reduce del 19,3 al 5,8 por ciento, sino que además, abarata considerablemente su financiación. Un ejemplo se ve en el bono colombiano, cuya rentabilidad ha caído en lo que va de año del 7,68 al 7,60 por ciento. Sin embargo, Colombia aún es un mercado muy poco explotado por los inversores por lo que, a diferencia de Brasil, no hay fondos que inviertan exclusivamente en su mercado de bonos. La alternativa para el inversor en este caso pasa por seleccionar el mejor fondo de bonos latinoamercianos. Y ese ranking, al mejor atendiendo a las rentabilidades de este año, lo lidera Aberdeen Global Emerging Markets Bond, que gana cerca de un 14 por ciento en 2011.

Quien opte por acudir a su aún incipiente mercado de acciones -está en negociaciones con la bolsa brasileña para intercontectar sus mercados, lo que le dotaría de mayor liquidez- está de enhorabuena. Ishares acaba de lanzar un ETF que cotiza en la bolsa colombiana, iShares Colcap, y además otras plataformas de ETF como Global X Funds también ofrecen fondos que replican el comportamiento del principal índice colombiano, el Colcap. Un dato: de las 11 compañías que cuentan con un seguimiento por parte de los analistas que recoge el consenso de FactSet, siete cuentan con una recomendación de compra.

...al mercado asiático...

Tienen en común con los mercados latinoamericanos la gran lacra que supone que un país tenga una alta inflación. También que, pese a eso, las agencias de rating les siguen mejorando su calificación crediticia: a Indonesia tanto Moody's como Standard&Poor's le han situado a un sólo paso de alcanzar el grado de inversión, y a Filipinas la primera le ha mejorado el rating de Ba3 a Ba2 y la segunda, de BB a BB+. Pero, a diferencia de lo que sucede con los mercados latinoamericanos, sus mercados bursátiles sí han conseguido sacar partido de ello. De hecho, el principal índice del mercado indonesio se anota en 2011 una rentabilidad superior al 9 por ciento, mientras que el indicador filipino se anota más de un 7 por ciento.

Ambos mercados se han convertido en los últimos años en fuertes aliados de los inversores, ávidos por encontrar nuevas oportunidades de inversión ante el calentamiento de mercados asiáticos más tradicionales como China o India. Y las cifras económicas que presentan tanto Indonesia como Filipinas están a su favor. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que la economía de Jakarta crezca un 6,2 por ciento este año. Cifra que se incrementará hasta el 6,3 por ciento en 2012 y hasta el 6,5 por ciento en 2012. Además, el país presenta una tasa de paro inferior al 7 por ciento y la estimación es también que siga contrayéndose en los próximos años. Estas buenas perspectivas justifican que la inversión extranjera en este país, la mayor economía del sudeste asiático, aumentara un 21 por ciento en el primer trimestre del año, según informaron recientemente fuentes gubernamentales. Por si fuera poco, mientras en los mercados occidentales las empresas luchan por limitar las caídas en sus beneficios estimados para este año, las previsiones de los analistas para las compañías indonesas contemplan incrementos de beneficios que dejan a uno ojiplático. No en vano, sólo en las diez mayores por capitalización bursátil se estima un incremento medio del 40 por ciento.

Similares magnitudes económicas presenta Filipinas. La que fuera colonia española, ahora inmersa en un conflicto de soberanía con China, presenta unas perspectivas de crecimiento económico del 4,9 por ciento para este año. Esto, unido al buen comportamiento que ha experimentado su mercado de acciones (en los últimos doce meses, su principal índice, el PSEI, rebota un 31 por ciento), explica que, al igual que Indonesia, siga atrayendo al inversor extranjero. Las inversiones extranjeras en la Bolsa de Valores de Filipinas alcanzaron los 9.100 millones de dólares durante el primer semestre, un aumento del 106,8 por ciento sobre los 4.400 millones de dólares logrados entre enero y junio de 2010.

Sin embargo, a juzgar por los productos de inversión que tiene al alcance el inversor español, el mercado filipino sigue sin ser tan accesible como el de Indonesia. De hecho, mientras que para invertir en el segundo existen fondos específicos (FF Indonesia A es uno de ellos), quien quiera destinar parte de su cartera a títulos filipinos ha de hacerlo a través de fondos que inviertan en Asia en general y tengan parte de su cartera invertida en títulos de empresas filipinas. A este respecto, Rainbow Emerging Markets Equity es el que más parece confiar en el potencial de este mercado, donde invierte el 21 por ciento de su patrimonio, según los datos de Morningstar.

...con una parada en Europa

Pocos serán los que recuerden que antes de que Grecia se convirtiera en la gran protagonista de la Unión Europea, aunque haya sido para mal, eran los países bálticos (Letonia, Lituania y Estonia) los que más preocupaban a los analistas. Y no es para menos si se tiene en cuenta que en el año 2009, Letonia tenía una inflación superior al 10 por ciento y una tasa de paro que superaba el 22 por ciento, cifra a la que ni siquiera España ha llegado ahora.

Sin embargo, esta alta inflación sirvió de excusa al país para que rechazara la idea de entrar en la zona euro (lo aplazó hasta 2012-2013) y esto es lo que le ha permitido mantenerse alejado, en la medida de lo posible, de la incertidumbre que ha planeado no sólo sobre el futuro de Grecia, sino también de la eurozona y recuperar sus tasas de crecimiento. Además, es uno de los pocos países que han recibido en un año como este una mejora en su nota crediticia. Y qué mejora, ya que que la agencia Fitch le ha sacado de la lista de países con bonos basura al otorgarle una calificación de BBB-. Una noticia suficientemente positiva como para que su principal índice bursátil haya conseguido anotarse en el año una rentabilidad del 7,97 por ciento.

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