La estratosférica subida que vivió ayer LinkedIn en su debut bursátil, que llegó al 170% en algunos momentos y arrojó un PER (relación de la cotización con el beneficio de la empresa) de 500 veces, desató muchos comentarios sobre la posible vuelta a la burbuja puntocom de finales de los 90.
Sin embargo, las cosas están todavía muy lejos de alcanzar los niveles delirantes que se vieron entonces. Así lo asegura MarketWatch, que pone como ejemplo el número de opv que, como la red social para profesionales, han duplicado su precio en su primer día de cotización.
Según datos recopilados por Jay Ritter, profesor de la Universidad de Florida, hubo 115 casos de este tipo en 1999. Y otros 48 en el primer trimestre de 2000, cuando estalló la burbuja. Por el contrario, este año sólo ha habido una antes de la de ayer: Qihoo, una empresa china de Internet que salió al mercado a finales de marzo. Su subida en el primer día fue del 134%.
Acciones sobrecalentadas
Ahora bien, el portal financiero norteamericano admite que estas comparaciones con el techo de la burbuja de hace 10 años no significan que las acciones de LinkedIn no estén sobrecalentadas. "De hecho, estas acciones podrían estar perfectamente formando una miniburbuja propia", añade.
"Pero hace falta más de una burbuja para crear un mercado insostenible", concluye. El problema es que no se trata un caso aislado, sino que el estreno de LinkedIn llega después de las altísimas valoraciones pagadas en sus últimas compras por Google y otras compañías del sector.
Es verdad que el mercado en su conjunto no vive una ebullición como la de entonces, pero el inversor debe estar atento antes de dejarse llevar por la euforia en estos títulos. El hombre es el único animal que tropieza no dos, sino muchas veces en la misma piedra.