La retribución de las automovilísticas no sufre atascos. La gran competencia que existe en el sector en el mundo, tras los últimos movimientos corporativos, ha llevado a las compañías europeas a reconducir a los accionistas vía dividendo las mejoras de beneficio que se esperan para este ejercicio. Los expertos prevén que las grandes compañías del sector en el Viejo Continente mejorarán de media más de un 20 por ciento los pagos que entregarán con cargo a los resultados de 2011. Renault, BMW y Peugeot son las automovilísticas que previsiblemente incrementarán más sus pagos.
La francesa Renault no pasa por su mejor momento, aunque es la que más sube su dividendo. Internamente, el episodio del falso espionaje industrial que saltó a la luz en enero terminó con la dimisión del número dos del fabricante, Patrick Pélata. Y a esto se le suma que los expertos esperan que sus resultados se contraigan este año más de un 55 por ciento, hasta los 1.480 millones de euros, aunque hay que recordar que obtuvo en 2010 unas plusvalías de 2.000 millones por la cesión de las acciones de Volvo. Sin embargo, no todo empaña al coche del rombo.
En primer lugar, las previsiones apuntan a que la gala entregará con cargo a 2011 un dividendo de 1 euro, frente a los 0,30 euros de 2010, que ofrece una rentabilidad del 2,5 por ciento. Y en segundo, los expertos contemplan que los títulos del fabricante puedan cotizar a 53,5 euros. Una valoración que en 2011 ha mejorado un 14 por ciento.
El volante de la retribución de Peugeot también puede dar un gran giro. El escaso dividendo de 0,8 euros que entrega con cargo a 2010 se espera que se incremente hasta 1,1 euros después de que se prevea para este año una mejora de su beneficio del 17 por ciento, hasta los 1.326 millones de euros. Aunque los analistas recomiendan mantener sus títulos en cartera, Peugeot es un valor que ofrece grandes oportunidades por precio. Su PER -veces en que el beneficio está en la acción- es de 5,2 veces, muy por debajo de la media del sector, que se sitúa en las 14 veces.
Las 'joyas' alemanas
Ni el terremoto de Japón pudo con ellos. Los grandes fabricantes automovilísticos de lujo alemanes cerraron el primer trimestre del año con ventas récord gracias a la buena marcha de algunas economías, como la china y, en menor medida, la estadounidense. Pero, además, también han pisado el acelerador en materia de remuneración.
El grupo BMW -integrado por las marcas BMW, Mini, Rolls Roy y BMW Motorrad (su marca de motocicletas)- incrementará un 46 por ciento los dividendos con cargo a los resultados estimados para 2011 (cercanos a los 4.160 millones de euros). Así, el pago que se contempla es de 1,90 euros por título frente a los 1,3 euros anteriores. Una retribución que hace que alcance una atractiva rentabilidad por dividendo superior al 3 por ciento. Como también lo es la de Daimler, que supera el 4 por ciento al prever que el pago a sus accionistas aumente de los 1,85 a los 2,10 euros por título.
Se trata de la rentabilidad por dividendo más suculenta del sector. Y es que después de dejar atrás el año pasado los números rojos de 2009 y cerrar con 4.500 millones de euros en beneficio, para este ejercicio se espera que los supere en 1.000 millones. Previsiones que la hacen merecedora de una recomendación de compra.
Además, si se cumplen las previsiones, Daimler conseguiría volver a los dividendos de antes de la crisis. Algo que ya lograron en 2010 tanto BMW o Volkswagen. Pese a ello, la retribución de Volkswagen puede volver a coger velocidad al esperar que pase de los 2,26 a los 2,8 euros por acción.
Menor 'velocidad' en los pagos
Porsche y Fiat tampoco quieren descolgarse de estas subidas, aunque lo hacen ligeramente. El incremento previsto en la alemana es de los 0,09 euros que paga con cargo a los resultados de 2010 a los 0,1 euros por título a pesar de que se espera que este año logre salir de pérdidas y alcanzar unas ganancias de alrededor de 2.000 millones.
Por su parte, los expetos esperan que Fiat entregue 0,10 euros por título frente a los 0,09 euros anteriores tras estimar que aumente más de un 60 por ciento el beneficio de 2010. La compañía, que podría incrementar hasta más del 70 por ciento su participación en el grupo estadounidense Chrysler, es la única entre las grandes europeas en la que se contempla un recorte de facturación (34 por ciento).