El fondo de pensiones noruego, el segundo más grande del mundo con 573.000 millones de dólares en activos bajo gestión, cerró el primer trimestre con una rentabilidad del 2,1 por ciento, la más baja desde el segundo trimestre del año pasado.
La razón de tan bajo resultado se encuentra en el mal comportamiento que tuvo la renta fija, que supone el 38,6 por ciento de su cartera. Y, más concretamente al mal resultado que obtuvo por su inversión en bonos europeos, que le reportó pérdidas del 1,1 por ciento.
Sin embargo, buena parte de esas pérdidas pudieron ser compensadas por la inversión que tiene el fondo de pensiones en renta variable y, sobre todo, en acciones de compañías petroleras. "Los resultados mejores de lo esperado de muchas compañías, los incrementos de los precios del petróleo y gas y las expectativas de crecimiento económico de la economía global elevaron los precios de las acciones europeas y norteamericanas", afirma Yngve Slyngstad, consejero delegado de Norges Investment Bank, la gestora del fondo.
De hecho, la parte de la cartera que tiene invertida en acciones, del 61,3 por ciento sobre el total, reportó al fondo ganancias del 2,9 por ciento. Sus principales posiciones siguen estando en Royal Dutch Shell, HSBC y Nestlé.
Diferenciando entre los 'PIGS'
El miedo a que Grecia termine asumiendo una reestructuración de su deuda también caló en el segundo mayor fondo de pensiones del mundo. Según explicó Slyngstad en una rueda de prensa, el fondo optó en el primer trimestre del año por vender parte de la renta fija griega que tenía el fondo. Concretamente recortó en 500 millones de coronas noruegas (91 millones de dólares) la exposición a la deuda helena.
Por el contrario, decidió incrementar su exposición a la deuda española, pese a que ésta haya sufrido en ocasiones el efecto contagio de la crisis de la eurozona. Así, la cantidad que ahora tiene invertida en renta fija del Estado español asciende a 26.208 millones de coronas (3.347 millones de euros aproximadamente). Una cifra un 3 por ciento superior a la que tenía a finales de 2010 (25.361 millones de coronas o 3.238 millones de euros, si se tiene en cuenta el cambio euro/corona de finales de año).
En todo caso, la deuda pública española sigue siendo la octava mayor posición del fondo en lo que respecta a la cartera de renta fija y es la única de entre los PIGS que ocupa una posición de relevancia en su portfolio. La primera posición la ocupa la deuda de EEUU, seguida por la de Reino Unido y la italiana.