
La rebaja de Standard & Poor's de la perspectiva de su deuda a "negativa" invita a deshacer posiciones en bonos.
Puede que si se suaviza la crisis de la eurozona, los inversores empiecen a mirar a la deuda americana ya que las agencias de rating han avisado de que podrían rebajar la perspectiva de su deuda". Así de contundente se mostró hace unas semanas Christophe Foliot, responsable de renta variable de EEUU y global de Edmond de Rothschild Asset Management. Pero no ha hecho falta ver una relajación de la crisis de la deuda de los países de la periferia europea para que los mercados hayan empezado a fijarse en los problemas de deuda de la economía norteamericana, que supone más del 90 por ciento de su PIB.
Esta semana ha sido la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's la que se ha encargado de poner el foco en EEUU. Lo hizo el lunes al anunciar una rebaja de la perspectiva de la deuda de EEUU hasta "negativa" desde "estable", calificación que ostentaba desde 1991. Y la razón no dejaba lugar a equívocos: "Más de dos años después desde el comienzo de la crisis, los políticos estadounidenses no han conseguido cambiar el curso del deterioro fiscal de los últimos meses ni poner sobre la mesa las presiones fiscales a largo plazo a las que se enfrenta el país", aseguró en el informe Nikola G. Swann, analista de la agencia.
Y con ello conseguía un doble objetivo: dar un tirón de orejas a la Administración Obama, inmersa en alcanzar un acuerdo el Congreso sobre los presupuestos, y lograr que el mercado, hasta ese momento centrado sólo en los problemas de Europa, volviera su mirada a EEUU. Tanto que Wall Street cerró la sesión con pérdidas de más del 1 por ciento mientras la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años, que sube cuando cae el precio, se disparó hasta superar el 3,40 por ciento y el CDS (seguro contra el riesgo de impago) repuntó un 16 por ciento hasta los 49 puntos básicos. Y esto parece que será sólo el principio.
"La perspectiva negativa tendrá consecuencias ya que podría traer un aumento de los tipos de interés, una sobreventa de bonos y una influencia negativa en el mercado", afirmó a Citywire Barry Ritholtz, consejero de Fusion IQ tras conocerse la noticia. No erró en su pronóstico ya que sólo dos días más tarde el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, tiraba otro jarro de agua fría a EEUU al afirmar que "EEUU no tiene un plan creíble, a medio plazo para reducir el déficit".
Si bien la posibilidad de que EEUU incurra en un impago es aún inverosímil (siempre que el Gobierno aumente su techo de endeudamiento, actualmente en los 14,3 billones de dólares, que se espera que alcance en mayo), no lo es tanto que el repunte que se ha visto esta semana en la rentabilidad de sus bonos se mantenga a corto plazo. Una idea que apoya la decisión de Bill Gross, presidente de Pimco, la mayor gestora de renta fija del mundo, que hace una semana decidió invertir a la baja en deuda estadounidense. Su argumentación es muy simple: "Si EEUU deja de comprar deuda pública, ¿quién lo hará?", afirmó. Y es que hay que tener en cuenta que el QE2, el programa de compra de bonos de la Fed, acaba en junio y son muy pocos los que creen que Ben Bernanke lo reanudará.
Dos fuentes de pérdidas
Por ello, son limitados los analistas que no estén recomendando a los inversores deshacer las posiciones que tengan en deuda pública de EEUU, fondos de inversión incluidos. De hecho, estos productos caen de media un 5 por ciento en 2011. De hecho, sólo uno, Parvest Bond USD, consigue aguantar en terreno positivo este año. No en vano, hay que tener en cuenta que la rentabilidad de la deuda pública americana a 10 años ha pasado del 3,29 al 3,41 por ciento, lo que se traduce en pérdidas para quien tenga esos títulos en cartera.
A la pérdida de valor por la subida de la rentabilidad, hay que añadir además los efectos negativos que tiene en sus carteras una depreciación del dólar, ya que la mayoría está denominado en esta divisa. Y parece que el destino que le aguarda al billete verde es el de seguir cayendo. "Si la economía es débil el dólar cae porque significa que la Fed mantendrá tipos, si va a mejor, también se venden dólares porque la gente busca activos de riesgo. Si Washington no soluciona sus problemas de deuda, se venden dólares porque se pierde confianza en EEUU, y si logra arreglar sus problemas fiscales, también porque significa que la Fed mantendrá los tipos bajos", afirman en Fx Pro Forex.
De momento, el jueves el euro ya marcó máximos desde diciembre de 2009 frente al billete verde, al superar los 1,46 dólares.