
El dirigente libio Muamar Gadafi ha vuelto a dirigirse a los ciudadanos del país y lo ha hecho a través de una llamada telefónica que han retransmitido la televisión libia y Al Yazira. Durante su intervención, Gadafi ha amenazado con que si los ciudadanos no ponen fin a las revueltas "y no acuden a trabajar" se cortará el suministro de petróleo.
Durante su discurso, Gadafi, ha pedido a la población "combatir" a los manifestantes que han tomado varias zonas del país y que, según ha señalado, están al servicio del jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden.
El mercado del petróleo sigue muy atento los acontecimientos en Libia y el mundo árabe. A primera hora de la mañana, el barril de Brent, referencia en Europa, llegó a subir más de un 7%, tocando un máximo de 119,79 dólares, para después relajarse hasta los 113 dólares a los que cotiza esta tarde, manteniendo ascensos de alrededor del 2%.
Desde el estallido en Túnez, el 25 de febrero, la subida del Brent ha sido imparable: aquel día cotizaba en 95,25 dólares, por lo que el ascenso hasta los máximos de hoy es del 25%.
En el caso del West Texas, el miedo a que las revueltas se extiendan tras los problemas en Libia, ha disparado su precio casi un 20% sólo desde el viernes pasado.
La crisis libia ha obligado a las petroleras que operan en el país, como Repsol YPF, Total, Eni o BP, a cancelar todas sus actividades de exploración.
Tomando los datos de los últimos informes mensuales de la OPEP y la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Libia bombeó 1,57 millones de barriles al día (mb/d) en enero, una cifra que representa el 1,8% de la producción mundial de ese mes -88,5 mb/d- y un 5,3% de la OPEP. Además, posee en su despensa unas reservas de 46.400 millones de barriles de crudo.