Bolsa, mercados y cotizaciones

La inflación muestra... sus curvas

El repunte de los precios no sólo inquieta en los mercados emergentes. La curva de rentabilidades de la deuda pública de los países desarrollados refleja ya con claridad el tensionamiento de las presiones inflacionistas.

En el mercado de deuda pública, la línea que une los rendimientos de los distintos títulos -las letras a tres, seis, doce y dieciocho meses, y los bonos a dos, cinco, diez o más años- recibe el nombre de curva de rentabilidades.

Y en estos momentos, ésta demuestra una creciente tensión. ¿Cómo lo hace? Con una mayor pendiente en las curvas, como en los casos estadounidense o británico, o con un desplazamiento de éstas hacia arriba, como en Alemania, sobre todo, y Canadá (ver gráfico).

Lo que representan estos movimientos es, sencillamente, un incremento de los rendimientos porque el mercado comienza a descontar que será necesario subir los tipos de interés en el futuro para atajar el repunte de los precios. Asumiendo este planteamiento, los inversores se deshacen de la deuda actual a la espera de la que se emita en el futuro, una respuesta que causa el incremento de las rentabilidades, que suben cuando el precio de los títulos baja. 

Por barrios

La evolución en los seis últimos meses constata esta evolución, sobre todo en los plazos más largos, que son los que más han repuntado. En este periodo, por ejemplo, la rentabilidad de los títulos norteamericanos a 10 años ha repuntado un punto porcentual, hasta el 3,42%. En el caso de los bunds germanos, ha subido del 2,28 al 3,12%.

Este panorama representa un viraje absoluto con respecto a las preocupaciones vigentes en verano. Entonces, el mercado temía la amenaza de la deflación, es decir, de una caída general y continuada de los precios. Este temor era especialmente intenso en EEUU, donde incluso se hablaba del riesgo de sufrir una deflación a la japonesa.

Ante este peligro, la Reserva Federal (Fed) estadounidense activó en noviembre un nuevo estímulo, conocido como QE2, consistente en inyectar en la economía 600.000 millones de dólares mediante la compra de deuda pública en el mercado. Entre los objetivos de esta medida figuraba el de mudar las expectativas deflacionistas por otras inflacionistas. Y ahora lo está consiguiendo, razón por la que, por el momento, la Fed no ve el tensionamiento de la curva de rentabilidad con excesiva preocupación. Tampoco el mercado, que sigue sin atisbar subidas de los tipos en 2011, con lo que seguirían todo este año entre el 0 y el 0,25% en el que permanecen desde diciembre de 2008.

No ocurre lo mismo en Europa, donde los inversores empiezan a asumir que tanto el Banco de Inglaterra como el Banco Central Europeo (BCE) sí endurecerán las condiciones monetarias en 2011. Los expertos consultados por Bloomberg sitúan el primer repunte en Reino Unido en el tercer trimestre, del 0,5 al 0,75%, y el segundo en el cuarto parcial, hasta el 1%. En el caso del BCE, podría ejecutar el primer repunte de los intereses desde julio de 2008 entre octubre y diciembre de este año, para conducirlos del 1 al 1,25%.

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