
Esa sensación que en la década de los 90 hinchó sin piedad el precio de compañías tecnológicas como Netscape vuelve a hacer actor de presencia de la mano de Facebook, Groupon o Twitter. Una vez más la valoraciones no sólo de estas startups sino de la grandes compañías del sector vuelven a engordar con fuerza. Recientemente hemos visto como Apple alcanzaba el estatus de segunda compañía más valorada del mundo, por detrás de Exxon Mobile, con una capitalización de mercado de 305.000 millones de dólares.
Si a esto sumamos que la red social de Mark Zuckerberg podría costar más de 70.000 millones de dólares en el mercado privado mientras que Groupon rechazó una oferta de Google por valor de 6.000 millones de dólares porque su OPV podría recaudar hasta 15.000 millones de dólares, todo parece encaminado a que volvamos a caer sobre la misma piedra.
En estos momentos, algunos apuntan que, quizás, la Comisión de Mercados y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) debería tomar cartas en el asunto, algo que ya ha comenzado a hacer. Cabe recordar que, hasta la fecha, una compañía no tiene obligación de rendir cuentas a la agencia mientras su número de accionistas no supere los 499. De todos modos, la SEC podría estar a punto de orquestar cambios para los mercados privados e, incluso, podría obligar a Facebook a presentar sus cuentas, sea o no una compañía que cotiza en bolsa.
Para John Prestbo, director ejecutivo y editor de los títulos que forman parte de los índices Dow Jones, los precios de estas compañías "son una locura" y "esto no es bueno para el futuro". "Sólo porque Goldman Sachs pagó lo que pagó, no quiere decir que Facebook vale lo que piensa la gente", explicó a elEconomista. De hecho dejó claro que "los precios en el mercado privado no van a traducirse en una nueva burbuja tecnológica".
Este especialista considera que "la prueba de fuego llegará con su posible salida a bolsa, cuando todo el mundo tenga oportunidad de examinar sus cuentas". De todas formas, Prestbo dejó claro que "duda" que Facebook pueda correr la misma suerte que otras compañías como Google. "Desde mi punto de vista, Facebook carece de la misma sustancia que tuvo Google cuando comenzó a cotizar en bolsa", señaló. Al fin y al cabo en estos momentos el modelo de negocio de la red social carece de un equilibrio entre crecimiento y sostenibilidad, según mucho expertos.
Por su parte, Robert Buckland, director ejecutivo de estrategia global para Citi Investment, en estos momentos el sector tecnológico mantiene una perspectiva neutral, aunque reconoce que algunas valoraciones puedan considerarse "algo enriquecidas". No hay que olvidar que el sector tecnológico se divide claramente en empresas ya asentadas, como Google, Microsoft, Intel, "cuyas valoraciones en estos momentos podrían considerarse bajas", explica, y luego las nuevas compañías, cuyo valor suele ser más elevado en estos momentos.
"En el caso de las establecidas, muchos se preguntan qué harán para seguir innovando aunque su nivel de efectivo sea envidiable mientras las startups están en pleno periodo de expansión y crecimiento, de ahí sus valoraciones elevadas", apunta.
Barry Silvert, uno de los capitanes de SecondMarket, una plataforma que permite a compañías privadas como Facebook vender acciones, no dudó en afirmar durante la conferencia Digital Life Design que las diferencias entre la burbuja tecnológica de las Dot.com y la situación actual es evidente. "Hace 10 años podías ser una compañía valorada en 150 millones de dólares y salir a bolsa, ahora tienes que valer más de 500 o 1.000 millones para poder dar el salto".
Para Silvert, compañías como Facebook o Groupon son únicas en su género, como sucedió con Google en su época, por eso rechazó el hablar de burbujas, un hecho que sólo ayuda a vender periódicos, desde su punto de vista. David Liu, analista del banco de inversión Jefferies & Co. en estos momentos "existe una desorbitada euforia en algunas partes" pero "se tratan más de bolsas de aire que de una nueva burbuja".