Bolsa, mercados y cotizaciones

La diferencia entre tipos a corto y a largo alcanza máximos históricos

  • Pero los analistas no se ponen de acuerdo en si es bueno o malo para la bolsa.
Ben S. Bernanke, presidente de la Reserva Federal. Foto: archivo.

La diferencia entre los tipos de la deuda pública norteamericana a dos años y los bonos a 30 años ha alcanzado 4 puntos porcentuales, lo que significa un empinamiento (steepening) sin precedentes de la curva de tipos, que tiene intrigados a los analistas. Así, las opiniones van desde que indica un nuevo mercado alcista de la bolsa a una catastrófica rebaja del rating de EEUU.

Esta diferencia es la máxima jamás alcanzada en la Historia, y la resolución de esta anomalía afectará a toda la economía, desde las hipotecas a los productos de primera necesidad, según recoge la CNBC.

"Con los tipos de la deuda y de las materias primas subiendo, el empinamiento de la curva de tipos, la subida de la bolsa y menores diferenciales de crédito, creemos que es un reflejo de una demanda creciente", opina Michael Darda, economista jefe de MKM Partners. "Es decir, refleja una fortaleza actual o esperada, no es una causa de debilidad".

Darda utiliza un argumento contrario: dado que la inversión de la curva de tipos (tipos a corto más altos que a largo) anunció una recesión en 1989, 2000 y 2006, la situación actual es una buena noticia.

En cambio, hay quien considera este diferencial antinatural, ya que está provocado por las medidas excepcionales de la Fed, que deprimen artificialmente los tipos a corto. Es el caso de Simon Baker, de Baker Avanue Management. No obstante, aconseja comprar bancos porque son los grandes beneficiados de este diferencial, y cree que alimentará el rally de la bolsa porque los inversores exigirán un retorno superior ahora que la inversión sin riesgo rinde casi el 4%.

Otros son más pesimistas y opinan que el Gobierno tiene que pagar un tipo tan elevado en los bonos a 30 años por una buena razón: el elevado déficit y la creciente inflación, que aumentan las probabilidades de una rebaja de rating. Algo a lo que el propio jefe de riesgos de Moody´s tuvo que quitar importancia ayer con un artículo en el Wall Street Journal.

Probablemente, algunas de estas dudas se despejarán el viernes cuando se publique la primera estimación del PIB del cuarto trimestre. Hay quien busca explicaciones más rocambolescas que aseguran que un movimiento sin precedentes como éste en tiempos sin precedentes como éstos puede llevar a una conclusión sin precedentes. Así lo asegura Nicholas Colas, estratega jefe de BNY, que piensa que podemos ver inflación y deflación al mismo tiempo: por ejemplo, subidas de los alimentos y caídas de la vivienda y de los salarios, con un elevado desempleo. Eso mantendría las medidas excepcionales de la Fed a corto plazo.

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