La distensión continúa. El diferencial de rentabilidad entre los bonos españoles y alemanes a 10 años se estrecha hasta los 221 puntos básicos -ó 2,21 puntos porcentuales-, la brecha más reducida desde comienzos de diciembre. Sigue el runrún: la Eurozona permitirá que Grecia e Irlanda recompren deuda.
Este descenso se deriva de dos tendencias contrapuestas. Por un lado, la caída del rendimiento de los títulos españoles, que gracias a las compras se moderra hoy del 5,37 al 5,33%. Y por otro, el repunte de la rentabilidad de los bunds germanos, que asciende al 3,12%, la más alta desde abril de 2010.
Este distinto comportamiento viene siendo habitual en la última semana por dos motivos distintos. El primero, la elevada nota con la que España ha sacado adelante sus primeras emisiones de deuda de 2011, algo que ha tranquilizado las tensiones y que, además, se suma al voto de confianza que han otorgado los inversores a la espera de conocer el alcance de las reformas estructurales que adopte el Gobierno.
En cuanto al segundo, procede de la combinación entre el creciente ruido inflacionista que se escucha en la zona euro y la fortaleza del crecimiento alemán. Desde hace una semana, momento en que el Banco Central Europeo (BCE) advirtió de que no dudará en subir los tipos si inflación se desmanda, el rendimiento de los bonos germanos a una década ha pasado del 3,04 al 3,12%.
Fuera del 'top ten'
Otro reflejo de la distensión se observa en el seguro contra el impago (CDS) de la deuda española. Hoy desciende hasta los 281 puntos básicos, el nivel más bajo desde noviembre y más de 80 puntos básicos por debajo de las cotas a las que llegó a comienzos de la semana pasada. Esta relajación propicia que ya no se encuentre entre los diez seguros más altos del mundo, un grupo al que se había incorporado desde noviembre.
¿Por qué se temer a España si el país es solvente?
