
El Banco Central de Suecia (Riksbank) ha elevado un cuarto de punto los tipos de interés, llegando hasta el 1,25%, lo que supone el cuarto incremento de la tasa desde el pasado mes de julio. Cota que no será la máxima pues, según ha apuntado la institución, no será el último aumento ante el previsible repunte de la inflación.
"Las presiones inflacionistas subyacentes son todavía bajas en Suecia, pero se espera que aumenten a medida que la actividad económica se fortalezca, por lo que es necesario incrementar gradualmente la tasa para estabilizar la inflación a un nivel próximo al objetivo del 2%", explicó la entidad.
Asimismo, el Riksbank precisó que mediante la subida gradual de los tipos de interés se puede ralentizar el aumento de los préstamos a los hogares y reducir el riesgo de desequilibrios en la economía.
Los analistas contaban con esta decisión, y de hecho algunos esperan que haya subidas de tipos en todas las reuniones hasta mediados del año que viene.
Crecimiento récord
La entidad destacó el ritmo "récord" de crecimiento de la economía sueca, y espera que los tipos de interés se sitúen en el 2% a finales del próximo año, para cuando estima un crecimiento del PIB del 4,4%, frente al 3,8% previsto el pasado mes de octubre.
El PIB de Suecia se incrementó un 6,9% anualizado en el tercer trimestre, y el Riksbank calcula ahora que cerrará 2010 con subidas del 5,5%, elevando su previsión anterior, que era del 4,8%.
El crecimiento del crédito en ha sido del 8,7% de media en los últimos dos años, mientras que los préstamos particulares subieron un 8,6% en octubre. La inflación se aceleró hasta el 1,8% en noviembre, frente al 1,5% de octubre, debido al incremento de la demanda y la caída del paro. La tasa de desempleo ha caído del 9,5% en abril al 7,5% en octubre.
El banco central está subiendo los tipos debido al incremento de los precios de la vivienda, que han subido en los últimos 18 meses de manera consecutiva. Sólo en los tres últimos meses hasta octubre, la vivienda ha subido un 5% interanual. El gobernador del Riksbank, Stefan Ingves, aseguró el mes pasado que vigilaría "personalmente" la deuda de los hogares a la hora de decidir sobre los tipos de interés.