
Los países periféricos, a examen. Después de que Moody´s recortara el rating crediticio de Portugal la semana pasada, y ahora el de Irlanda, el mercado mantiene la confianza en España. Así lo demuestra la evolución de su renta fija: mientras que la irlandesa se dispara, la rentabilidad de los bonos españoles alcanzan su nivel más bajo desde principios de junio, en torno al 4,4%
Aunque España se ha convertido en el país que más ha sufrido la presión del mercado en estas últimas semanas spués de Grecia, la tranquilidad se mantiene en la renta fija.
De hecho, la rentabilidad de los bonos a 10 años recortan hasta el 4,4%, su nivel más bajo desde principios de junio y que contrasta con el rendimiento de casi el 5% que alcanzó el 16 de junio.
Este recorte ha abaratado al financiación del Estado al situarse el diferencial español en torno a los 188 puntos básicos. Por su parte, los CDS del país cotizan cerca de los 219 puntos, sin grandes cambios con respecto a los últimos días.
Los inversores huyen de Irlanda
Mientras que el mercado descontaba un recorte de rating para Portugal en su momento, no es el caso para Irlanda y la reacción del mercado no se ha hecho esperar.
La renta fija con sello irlandés pierden valor con celeridad ante las ventas que se están produciendo, lo que impulsa a la rentabilidad de dichos activos por encima del 5,5%. Cada vez más cerca de su máximo anual del 5,85% registrado a principios de mayo.
Esta reacción encarece cerca de un 4% la financiación del Estado desde el pasado viernes. Después de todo, si entonces Irlanda debía pagar un prima de riesgo de 251 puntos básicos, ahora el diferencial entre la rentabilidad de los bonos irlandeses y sus homólogos alemanes se sitúa en torno a los 262 puntos. Lo que le sitúa cerca de su cota máxima en el año de 288 puntos de principios de junio.