
A pesar del abrupto rally que han vivido desde los mínimos que marcaron en marzo,a los índices del Viejo continente aún les queda un buen tramo de la senda alcista por transitar. Al menos, es lo que piensa Goldman Sachs, que estima que el indicador de referencia europeo, el Dow Jones Stoxx 600, podría anotarse 300 puntos, o un 22% adicional, hasta finales de 2010.
¿El motivo? Que el banco espera que para entonces el crecimiento económico de la región haya sido mayor que la tendencia. Según Goldman, el entorno de tipos de interés bajos, que de momento no tiene visos de terminar a corto plazo, servirá de apoyo a la renta variable.
Además, el banco de inversión también es optimista con las perspectivas de las empresas de la región. Calcula que el próximo año, salvo alguna excepción, los beneficios corporativos crecerán un 38%, y un 28% adicional en 2011, según un informe emitido ayer.
De la esperanza al crecimiento
"Esperamos que el 2010 se produzca una transición en la que la esperanza deje de ser el principal motor del mercado y le pase el testigo al crecimiento y los beneficios empresariales como principales generadores de rentabilidad", afirma el grupo de analistas que dirige.
Así, Goldman considera que su previsión para el Stoxx 600 "es consecuente con el ritmo de crecimiento que hemos visto en el parqué, comparado con las recuperaciones que se vieron en otros momentos de mercado bajista del pasado".