La agencia de calificación de riesgos Moody's anunció ayer que ha puesto en revisión con perspectiva negativa todas las series de preferentes y deuda subordinada de las entidades financieras que califica como consecuencia de los cambios introducidos en su metodología evaluadora.
Así, entre hoy y mañana comunicará rebajas de rating en al menos el 75 por ciento de este tipo de títulos. Más en concreto, un 40 por ciento de recortes podría ser en uno o dos escalones; en un 25 por ciento de los casos, la rebaja podría ascender a tres o cuatro pasos en su escala de calificaciones; y en un 10 por ciento, el tijeretazo podría ser de cinco escalones o más.
Moody's va a eliminar del proceso de rating de esta deuda la asunción de que los inversores recibirían ayuda gubernamental en caso de producirse una quiebra, puesto que la crisis financiera ha probado que esto no siempre es así, señaló la agencia, una de las tres más importantes del mundo junto con Standard & Poor's y Fitch.
"Antes de la actual crisis financiera, Moody's utilizaba el supuesto de que cualquier soporte por parte de los gobiernos soberanos y bancos centrales para rescatar a un banco con problemas financieros y reestablecer la confianza de los inversionistas no sólo beneficiaría a los acreedores senior del banco, sino también -al menos en cierta medida- a los inversionistas de sus instrumentos subordinados y preferentes", reconoció la firma en su comunicado oficial.
"En algunos casos las intervenciones gubernamentales en los bancos motivadas por la crisis, no sólo no han beneficiado, sino que incluso han perjudicado a los tenedores de este tipo de papel", apunta Barbara Havlicek, vicepresidenta de Moody's. Y añade: "Aun cuando existe cierta incertidumbre en cuanto a cómo es que los distintos tipos de instrumentos híbridos absorberán pérdidas en una situación determinada, queda claro que dichos instrumentos son altamente susceptibles a pérdidas debido a sus características particulares que los asemejan al capital".
