
Por mucha sofisticación que envuelva a los mercados financieros, una cosa tan aparentemente simple como la de que un índice o divisa se acerque a un número redondo sigue causando respeto.
5 de marzo de 2003. El euro (EURUSD) pugna por reconquistar la cota de los 1,10 dólares, perdida poco después de su bautismo oficial en los mercados en enero de 1999. Lo consiguió, aunque se plantó en los 1,1001 dólares, para despedir luego el día en los 1,0971. Un mes después, la situación volvió a repetirse. La moneda única se enfrentaba de nuevo a esa referencia. Y llegó hasta los 1,1002, para plegarse posteriormente hasta los 1,094. ¿Hay explicación para estos movimientos?
Sí, la hay. Y es tan sencilla como el poder intimidatorio en los números redondos. Pese a la sofisticación y el equipaje matemático presentes en los mercados financieros, la psicología sigue desempeñando un papel fundamental en ellos. Esta influencia se aprecia en todo su esplendor cuando los índices, las acciones, las divisas o cualquier otro activo que cotice en un mercado se enfrentan a niveles redondos. Llegado el caso, se acaban superando, pero siempre imprimen respeto. Ayer lo consiguió el Dow Jones estadounidense, pero con timidez. Hasta los 10.015,6 puntos. Más le está costando al Ibex 35, que lleva un mes intentando la reconquista del 12.000, nivel que aún se le resiste.
Al margen de los análisis técnicos
"Aunque no suponga una resistencia técnica relevante, los números redondos contienen un componente psicológico innegable. Eso lo saben los inversores, sobre todo los institucionales, que intentan sacar partido a esa situación introduciendo órdenes de venta cuando un activo se acerca a una cifra redonda", manifiesta un analista de una firma española.
Centrando el tiro en el mundo de las divisas, Kathy Lien, experta en este mercado y autora de un interesante blog de divisas (www.kathylien.com/), asegura que los inversores profesionales siempre prestan especial atención cuando se acerca un doble cero. Es decir, cuando por ejemplo el cruce euro/dólar se aproxima a niveles como 1,100 o 1,500. "Realizar el trading en niveles psicológicamente importantes, como los doble ceros o los números redondos es una buena forma para identificar este tipo de oportunidades", afirma en su recomendable libro Trading diario en el mercado de divisas. Y añade con más precisión: "Aunque las órdenes de stop-loss generalmente se colocan justo por encima de los números redondos, los traders agruparán sus órdenes de toma de beneficios en el número redondo. La razón por la que ocurre esto es que los traders son personas y las personas tienden a pensar en números redondos. En consecuencia, las órdenes de toma de beneficios (take-profit) suelen colocarse en el nivel de doble cero". De ahí que en aquellas sesiones de 2003 el euro no fuera más allá de los 1,1001 y los 1,1002 dólares, para alegría de quienes introdujeron órdenes de venta en 1,100.
Vamos, que cuando los profesionales -las manos duras- huelen la proximidad de un número redondo, ponen en ese mismo nivel una orden de venta, y que sean otros -casi siempre las manos blandas- los que soporten el riesgo del posible tembleque puede provocar la conquista de esa cota y el consiguiente repliegue posterior. A tenerlo en cuenta, ahora que el Ibex huele el 12.000 y el euro, los 1,50 dólares.