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Noruega abre la puerta a entrar a la UE: "Cada día estamos pagando un precio más alto por no ser miembros"

  • La guerra de Ucrania los aranceles han provocado que sea el centro del debate y que colapse un gobierno
  • Laboristas y conservadores coinciden en la necesidad de dar el paso
  • Ninguno propone referéndum al menos hasta ver que ocurre con Islandia (2027)
Ursula Von der Leyen y el presidente de Noruega, Jonas Gahr Støre. (Getty)

Noruega es el país con más vínculos con la UE que no forma parte del grupo. El gigante nórdico está integrando en el Espacio Económico Europeo como miembro preferente y es el gran suministrador de gas. Sin embargo han decidido quedarse fuera del grupo para mantener el control de su economía y política al 100%. Una decisión que está empezando a levantar grandes críticas ante una campaña electoral reñida, particularmente después de un acuerdo comercial con EEUU en el que se ven perjudicados por no estar en el club. A tres días de las elecciones legislativas del país se ha creado un extraño consenso: laboristas y conservadores coinciden en apoyar una entrada en el club paneuropeo.

"Somos plenamente conscientes de que el precio por lo pertenecer a la UE y quedarnos en el EEE está aumentando", dijo Espen Barth, ministro de Exteriores. Su rival por el cargo. Ine Eriksen, fue más clara. "Todo el mundo está viendo que nuestra actual posición con la UE nos genera grandes vulnerabilidades. Nos quedamos al margen de todos los asuntos en los que queremos estar dentro". Aunque no hay referéndum tanto el partido conservador como el laborista han mostrado abiertamente su voluntad de entrar en la UE dado que "el coste de no estar aumenta cada día desde el brexit, la crisis de refugiados. la pandemia y la guerra... todo eso ha cambiado lo que es trabajar en la UE frente a ser terceros países", sentenciaba Eriksen.

El contexto que rodea la relación entre la UE y Noruega es clave. El país ya se ha planteado varias veces la entrada con dos referendums. Uno en 1972 y otro en 1994. En ambos casos Oslo rechazaron en ambas ocasiones esgrimiendo los mismos argumentos. Según indica el grupo anti-UE de Oslo, Neitil EU, el principal motivo es que "la autoridad de cada más áreas se transfiere a Bruselas. Los ciudadanos de EEUU rara vez son conscientes de lo que sucede allí a puerta cerrada mientras que Noruega goza de una democracia participativa". Al margen de esto también consideraron clave no perder soberanía de sus aguas en la pesca (limitada por la UE) y que es un sector histórico en su economía que se vería sometido a cuotas comunitarias. Por su parte, los inmensos descubrimientos de petróleo en los años 60 en el Mar del Norte incentivaron al país a explotar sus recursos por su cuenta y generar riqueza solo.

Sin embargo, pese a la oposición Noruega ha ido consturyendo una posición privilegiada, casi como un miembro de la UE en la sombra. Un equilibrio que parecía contentar a ambas partes. Noruega está integrada casi plenamente en el espacio económico de la UE pero mantiene su soberanía en asuntos que considera clave. Por su parte la UE recibe gas nórdico a espuertas y también está satisfecha con la situación. Pues a cambio de entrar en el especio económico común si que tienen que operar siguiendo las normas del grupo en buena medida... sin tener voto en Bruselas.

¿Qué ha cambiado?

Sin embargo los últimos dos años los nórdicos han encontrado grandes cambios que han provocado un disturbio en esta situación ideal. Cuando han tenido que hacer frente a la guerra de Ucrania y a las negociaciones con Trump solos... y el rearme y otros procesos también tienen que hacerse fuera del marco de la UE siendo un parte de la misma de facto, se han visto en clara desventaja a países como Suecia, Dinamarca u otros vecinos. Algo que ha levantado ya completamente un debate nacional.

Según Mina Alander, investigadora asociada de Chatham House "Noruega ha optado por la integración más estrecha posible con la UE, previa a la adhesión. Como resultado, Noruega armoniza la mayor parte de su regulación, comercio y política exterior con la UE". Sin embargo "Noruega no tiene un lugar en la mesa donde se toman las decisiones que la afectan". Estas decisiones no eran tan claves pero la experta señala que el actual contexto ha dado lugar a situaciones críticas. Por ejemplo, Noruega ha tenido que adoptar en enero leyes energéticas por estar en el Espacio Común, pero no ha podido votarlas. Una situación que hizo saltar por los aires el gobierno.

"Al igual que Finlandia y Suecia con la OTAN, Noruega se está dando cuenta de que incluso la asociación más estrecha posible con la UE no es lo mismo que la membresía", comenta Alander. En consecuencia, el apoyo a la pertenencia a la UE ha aumentado considerablemente en Noruega en los últimos meses, alcanzando el 41% en las últimas encuestas". Cabe destacar que este mismo 2023 todavía el sí solo era el 27%. Noruega no es el único país, Islandia, aquejada por las mismas dudas, ha prometido ya un referendum de adhesión para 2027 como tarde.

El profesor John Erik Fossum de la Universidad de Oslo comenta que si bien la invasión de Ucrania fue el factor decisivo, Trump ha sido la puntilla del debate. "Noruega no forma parte de la unión aduanera de la UE. En condiciones internacionales favorables, esto le ha brindado la libertad de forjar acuerdos comerciales con cualquier país del mundo sin la interferencia de la UE. Para Noruega, la situación es doblemente precaria, ya que no se trata solo de verse afectada por los aranceles estadounidenses, sino también de si Noruega estará protegida por la UE o no".

El experto comenta que "La combinación de inseguridad militar y económica ha impulsado a diversos actores a solicitar el inicio de un proceso de adhesión a la UE", El experto cree que lo único que impide el referéndum ahora mismo es la fragmentación política. En cualquier caso el bloque conservador cree que habría que esperar hasta una situación mejor en la que Noruega tenga más apoyo interno.

"Si la UE se niega a incluir a Noruega en nuevas iniciativas, la vida como país no miembro de la UE será menos atractiva. Otro factor son los cambios en la composición del EEE. El actual gobierno islandés ha prometido celebrar un referéndum sobre la adhesión a la UE para 2027. Si Islandia se une a la UE, solo Noruega y Liechtenstein permanecerán en el EEE", explica Fossum.

Desde World Economic Forum consideran que si Noruega entra en la UE su productividad aumentaría bastante. De hecho, calculan que hubiera dado el paso en 1995, en aquel referéndum, los niveles de productividad de Noruega serían un 6% más altos en la actualidad. Si bien aún es un escenario lejano, el apoyo está creciendo y los resultados de las elecciones legislativas pueden ser clave para determinar si se rompe un equilibrio que lleva vigente desde los años setenta o si Noruega sigue sin abrir la puerta a la UE.

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