
Super Micro vive un auténtico desgarro bursátil. La firma de chips norteamericana se hunde un 30% en la jornada ante lo que podría ser una enorme crisis. El motivo es que EY ha anunciado que abandona la firma tras grandes discrepancias relacionadas con sus cuentas. Según la propia auditoria, había mostrado "preocupaciones sobre varios asuntos relacionados con la gobernanza". EY lo ha anunciado a través de un comunicado ante la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés).
"A finales de julio EY comunicó al comité de auditoría preocupaciones sobre varios temas relacionados con gobernanza, transparencia e integridad en las comunicación (con la auditora)", comenta la empresa en el escrito. La empresa hace referencia a problemas de control interno sobre "la información financiera y la presentación del informe anual, que estaba en riesgo significativo".
Desde Super Micro han anunciado que nombrarán un comité especial y contraria a Cooley LLP y a Secretary Advisors. Pero EY ya ha tomado una decisión, "renunciamos debido a información que ha llegado recientemente y que nos lleva a no confiar más tanto en la administración como el comité de auditoría y no querer estar asociados a los estados financieros preparados por esa gestión".
Este último episodio con EY no ha sido el último problema que ha tenido Super Micro con sus cuentas y que ha provocado el pánico. En agosto de este año la empresa fue acusada de irregularidades contables por parte del fondo bajista Hindenburg Research. La firma dijo que había tomado una posición corta después de detectar fallos en sus cuentas. La empresa, en aquel momento retrasó la presentación de sus resultados, algo que precedió un desplome del 25% en una sola sesión.
En su acusación Hindemburg explicaba que la firma de IA, valorada entonces en 35.000 millones de dólares (y ahora en 19.000 millones) había encontrado problemas desde 2017, cuando la empresa fue excluida del Nasdaq por no presentar resultados. Recordaron que en 2020 la SEC la acusó de "infracciones contables generalizadas" sobre 200 millones de dólares en ingresos reconocidos de forma incorrecta, mientras que subestimó gastos. Una situación que provocó "beneficios artificialmente elevados".
Según Hindenburg "tres meses después de pagar la multa a la SEC de 17,5 millones de dólares (por estos motivos) Super Micro comentó a recontratar a los directivos que estuvieron involucrados en los escándalos contables". La firma asegura haber entrevistado a un exvendedor la firma que defendió que "casi todos los que fueron despedidos han vuelto". Esta dirección habría vuelto a "reiniciar el reconocimiento inadecuado de su facturación" y a "eludir los controles contables internos".
Previamente un exempleado, Bob Luong reconoció ante un tribunal federal que la empresa había estado intentando exagerar los ingresos. Super Micro dijo en agosto que retrasaría sus presentaciones financieras anuales y que un comité especial estaba evaluando los controles internos sobre los informes financieros., Ahora, la decisión de EY dos meses después de abandonarla tras perder la confianza vuelve a traer un nubarrón oscuro sobre el caso y da alas a la idea de que puede haber un problema en las cuentas del gigante de la IA.
Super Micro es uno de los grandes protagonistas del despertar de la Inteligencia Artificial por detrás de Nvidia. La firma se ha llegado a disparar un 1.200% desde 2023. Desde su máximos de julio la empresa ya pierde un 60% entre los rumores de problemas en sus cuentas. A diferencia de Nvidia, Super Micro es un fabricante de servidores, procesadores gráficos y otro tipo de productos necesarios para sostener la gran montaña de datos sobre la que se construirá la IA.
Volviendo a la retirada de EY, esta se produce en una jornada sombría para los 'ganadores de la IA'. Estas empresas que ya cayeron tras las acusaciones iniciales de Hindenburg en agosto, están teniendo que digerir esto, sumado al gatillazo en los resultados de AMD, al cierre del martes. Esta última cede un 9%, pero todo el sector cotiza en rojo con Nivia cayendo un 1,36%, Qualcomm casi un 3%, Broadcom un 0,7% y Texas Instruments un 0,5%. Todo el sector está en este momento en estado de máxima tensión a la espera de los resultados de Nvidia a finales de mes, que definirán si realmente las firmas de semiconductores están empezando a notar algo de cansancio tras la euforia de la IA.
Respecto a los resultados, el origen de la discordia, los últimos conocidos son los publicados en agosto. En los mismos tanto los beneficios como los ingresos se dispararon. Los ingresos llegaron a los 14.900 millones de dólares tras subir más de un 110%. Por su parte el beneficio neto llegó a los 1.200 millones al subir un 89%. Un alza meteórica que ahora esta en duda. Queda por ver si las acusaciones sobre la firma siguen escalando y hay más consecuencias o si la marcha de su auditor es el último capítulo. Lo que está claro es que una de las grandes esperanzas de IA tiene su futuro en el aire.