Bolsa, mercados y cotizaciones

El delicado equilibrio de Bernanke

  • Recuperación probable, pero no segura
  • Comienza la segunda fase de gestión de la crisis
  • ¿Espiral inflacionista?
Ben Bernanke, presidente de la Fed, en su comparecencia ayer en el Congreso. Foto: Bloomberg

Ben Bernanke, el presidente de la Fed, hizo ayer un ejercicio de verdadero equilibrismo en su comparecencia ante el Congreso. Un ejercicio que se resume muy bien en el título de un comentario de MarketWatch: "Esperanzado pero no muy confiado".

Y es que dijo que la recuperación es probable, pero no segura; que hay numerosas señales de que lo peor de la recesión ha quedado atrás pero quedan muchos meses de dolor por delante; que hay muchas cosas que pueden estropearlo todo (sobre todo el sector financiero); que el paro va a seguir subiendo durante bastante tiempo incluso en el mejor escenario; etc. Es decir, que la botella no está medio llena sino medio vacía, o más bien que estaba vacía del todo y ahora empieza a llenarse.

Tanta ambigüedad, tanto sí pero no, tiene varias explicaciones. Por un lado, el presidente de la Fed no puede ser nunca demasiado claro: ¿Ya se han olvidado de Greenspan? Pues a su lado, Bernanke parece un libro abierto. Pero tampoco puede dejarse llevar por el optimismo, como tampoco podía llenarse de pesimismo hace unos meses. Va en el cargo.

Eso puede provocar un problema de credibilidad: "Claro que Bernanke es optimista, tiene que serlo por obligación, no puede decir otra cosa, así que no hay que hacerle caso". Algo de eso puede haber, pero tengan en cuenta que Bernanke no es Zapatero, que el presidente de la Fed siempre ha reconocido la gravedad de la crisis y ha puesto los medios más contundentes que jamás se han empleado para atajarla: bajadas de tipos históricas (de 0,75 puntos de una tacada) hasta cero, inyecciones de liquidez ilimitadas, compra directa de papel comercial de las empresas, el impulso al mercado de titulizaciones para estimular la concesión de hipotecas, el anuncio de compra de deuda pública y privada...

Pero más importante que el papel institucional de la Fed es el momento en que se encuentra la crisis. Según algunos expertos, el banco central ha superado ya la primera fase de gestión de la crisis, en la que el objetivo era estabilizar la economía y bloquear las expectativas deflacionistas; objetivo que ha sido cumplido. Ahora ha comenzado la segunda fase, en la que la Fed pretende bloquear las expectativas inflacionistas y, con ello, estabilizar los tipos a largo.

Eso significa que Bernanke tiene que mostrarse esperanzado -tampoco es cuestión de volver a hundir los mercados-, pero sin euforia, porque eso puede alimentar una expectativas demasiado optimistas. En ese caso, el temor de los inversores será una espiral inflacionista por culpa de todas estas medidas expansivas -ya se empieza a leer en distintos blogs la palabra "hiperinflación"-, lo que puede disparar los tipos a largo (los de los bonos). Y eso es algo que la Fed quiere evitar por todos los medios; de hecho, sus últimas medidas lo que pretenden es hacer bajar los tipos a largo plazo, que son los cruciales para la recuperación del crédito y de la economía. Si éstos se desmadran, la recuperación estará en claro peligro.

El peligro de precipitarse

Por último, esta delicada situación esconde justamente el peligro contrario: que la Fed pretenda ralentizar el crecimiento de su balance, es decir, frenar las inyecciones de liquidez y la compra de activos a la banca y las empresas. Todos los economistas coinciden en que Bernanke tiene que ser muy rápido para deshacer todas sus medidas de estímulo en cuanto la economía empiece a recuperar, so pena de provocar la citada espiral inflacionista.

Así que el riesgo es que ahora se precipite y lo haga demasiado pronto, lo que frenaría de raíz la recuperación. Y cuidado: ya intentó hacerlo en enero, aunque el reagravamiento de la crisis acabó con la idea.

Así pues, Bernanke tiene que jugar un juego muy complicado en el que puede cometer distintos errores igual de graves para la salida de la crisis. Por eso tiene que tener mucho cuidado con sus declaraciones. Hasta ahora, ha demostrado capacidad de reacción, contundencia en la aplicación de la terapia de choque y acierto para frenar la crisis. Ahora tiene que demostrar la misma capacidad para gestionar la recuperación.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky