
El euro recuperó los 1,075 dólares que no se veían desde primeros desde el segundo día de febrero y que coincide con la jornada posterior a la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos.
De nuevo, el mercado de divisas está condicionado por la respuesta de los bancos centrales a la escalada de los precios y desde que el Banco Central Europeo (BCE) decidió continuar con su política monetaria sin dejarse llevar por el ruido del mercado ante una eventual crisis financiera el euro ha sacado terreno al billete verde.
No es solo que la divisa de la eurozona saque un 1,9% desde que el BCE dejara el tipo de referencia (tasa de facilidad de depósito) en el 3% sino que las expectativas que recoge Bloomberg respecto a dónde dejará los tipos hoy debilita al dólar -se espera un alza de 25 puntos básicos o incluso una reunión sin cambios-. "Una subida más pequeña, de 25 puntos o una pausa de la Fed ayudará al euro/dólar a volver a la trayectoria alcista de enero", apuntaron desde Société Générale. Por contra, un aumento de 50 puntos básicos "sería una sorpresa contraproducente y un argumento en contra del euro", según la firma.
Pero también hay otros factores que pueden condicionar dónde estará el euro en los próximos meses que no dependen directamente de los bancos centrales. Si la economía norteamericana entra en recesión más profunda que la europea el euro tenderá al alza, según Citi. Una disparidad entre ambas divisas que también sería favorable al euro si el Viejo Continente acelera su independencia energética o si cesa la guerra en Ucrania. Por contra, desde la entidad consideran que una "decepción" de la reapertura china combinada con una contracción de la economía estadounidense arrastraría a Europa y debilitaría su divisa. Con todo, y tomando por base el riesgo bancario también en la eurozona, Citi proyecta un euro en los 1,1 dólares de aquí a tres meses.