El grupo danés Lego, primer fabricante europeo de juguetes y sexto mundial, registró en 2008 uno de los mejores resultados de su historia pese a la crisis internacional, después de años de esfuerzo para sacar a flote esta empresa familiar.
Con un alza de cerca del 20% de las ventas, una neta progresión de los beneficios y unas previsiones optimistas para 2009, la dirección de Lego se sentía visiblemente satisfecha este lunes tras la lectura de sus resultados, que contrastan con la delicada situación de sus competidores.
"No esperábamos tal crecimiento de las ventas", admitió a AFP el director del grupo, Joergen Vig Knudstorp.
El célebre ladrillo de plástico, del que Lego produce anualmente 22.000 millones de unidades, sigue causando sensación entre los niños.
En los escaparates se portan igual de bien los más clásicos, como Lego City, Lego Castle y Bionicle, como los inspirados en los filmes de Batman, la Guerra de las Galaxias o Indiana Jones.
Knudstorp destaca que "la marca Lego nunca antes había estado en un lugar tan alto en la lista de deseos de los niños", un éxito que justifica en "haber tenido en cuenta también la atracción" que despiertan los juegos electrónicos.
Resultado: Lego registró en 2008 "un crecimiento de dos cifras en la casi totalidad de sus mercados, en particular en los anglófonos, con un alza de 38%.
"Es el año en que todo nos salió bien", se felicitó el director de Lego, tras las pérdidas de 1998, 2000, 2003 y 2004, que llevaron al grupo a iniciar una reestructuración para garantizar su supervivencia.
Lego renunció a sus diversificaciones costosas, como los parques Legoland, y deslocalizó además a una gran parte de su producción al extranjero. Dos fábricas ya operan en República Checa y Hungría y una tercera está en construcción en México.
"Podemos decir que ensayamos para la crisis financiera hace cinco años", cuando Lego suprimió efectivos y optimizó su producción y distribución, dijo Knudstorp, que se estimó "bien armado" pese a las "sombrías perspectivas económicas".
El mercado mundial sigue "bajo presión y las primeras cifras de enero de 2009 revelan una bajada sustancial de las ventas de juguetes".
Para este año, Lego espera un crecimiento "moderado", del 3 al 7%.
"Existen muchas incertidumbres para este año, lo que explica nuestra prudencia", admitió Knudstorp.
Con 7.000 empleados en el mundo, de los cuales 2.500 en Dinamarca, Lego, una empresa familiar creada en 1932, parece haber superado los desafíos del paso del tiempo, los juegos electrónicos y las crisis financieras.