
El billete verde pierde posiciones con respecto a las principales divisas, lo que abarata a los metales al cotizar en dólares. Y entre ellos, el cobre es uno de los beneficiados. Cotiza a un precio de 356 dólares, lo que supone una revalorización de más del 5% en septiembre.
Evolución que le acercaría a su máximo anual situado en los 366 dólares. Sin embargo, existe la posibilidad de que el pesimismo reinante sobre la evolución de la economía estadounidense termine por lastrar la evolución de la cartera. Después de todo, es uno de los metales más utilizados por la industria, sector que se ve fuertemente afectado por los ciclos económicos.
Algo similar sucede con el crudo. El oro negro se encuentra estancado en torno a los 78 dólares el barril, debido a la incertidumbre que existe sobre la evolución de la economía en EEUU, principal consumidor de petróleo. Esta situación, lleva a pensar que el mercado sigue barajando la posibilidad de una doble recesión, lo que "no sería un buen augurio ni para el crudo ni para los activos de riesgo en este momento", comenta Carlos Doblado, analista de Bolságora.
La plata y el oro, casos aparte
A diferencia de los metales y materias primas industriales, la plata y el oro sacan provecho de los momentos de incertidumbre. El metal dorado se revaloriza en lo que va de año más de un 16%, mientras que la plata lo hace cerca de un 25% en 2010.
Sin embargo, cada vez son más los expertos que aconsejan precaución. "Mientras la plata no consiga superar los máximos de 2008 en los 21,5 dólares la onza, puede producirse una recaída en ambos",señala Joan Cabrero, analista de Bolságora.