
Mismo argumento para nuevas y cada vez más profundas caídas. El temor por la situación económica mundial y la consiguiente bajada de la demanda de crudo ha provocado hoy que la cotización del Brent caiga por debajo de los 50 dólares y se sitúe a niveles que no se veían desde mayo de 2005. Los futuros del barril de Brent, que cotizan en Londres, marcaron mínimos en la sesión de 48,54 dólares minutos antes de la apertura de Wall Street, el precio más bajo desde el 25 de mayo de 2005.
Por su parte, el barril de West Texas, de referencia en EEUU, también cotizaba a la baja en Nueva York y se situaba en 50,22 dólares, un nivel semejante al marcado en junio de 2005.
El precio del crudo acumula un descenso del 67% desde que el pasado mes de julio marcará sus máximos históricos por encima de los 147 dólares por unidad. La caída se ha acelerado en las últimas semanas, hasta el punto de que el Brent perdió sólo en octubre un 33% de su valor y se apuntó la mayor caída mensual desde al menos 1988.
Frenazo económico
Los analistas de X-Trade Brokers señalan que la apreciación del dólar (USDEUR) y los malos datos macroeconómicos conocidos hoy y ayer junto con las previsiones que se desprenden de la lectura de las actas de la última reunión de la Fed (bajan las estimaciones de crecimiento para la economía estadounidense para este año a -0.3% y para el año que viene en -1.1%, aludiendo a una posible recuperación para bien entrado el 2010) "han sido los detonantes de esta situación".
La ralentización económica trae consigo un descenso del consumo de petróleo. Los datos y previsiones de demanda que se van conociendo en el mercado apuntan todos en esa dirección.
El Departamento de Energía de Estados Unidos publicó ayer la situación de las reservas de petróleo semanales del país, que se incrementaron en 1,6 millones de barriles y se situaron en 313,5 millones. Los analistas esperaban un incremento de tan sólo un millón.
Las reservas de gasolina se incrementaron en 500.000 barriles a un total de 198,6 millones, mientras que las de los productos destilados cayeron en 1,5 millones de barriles, hasta los 126,9 millones.