
La 'guerra' de precios que están lidiando varios países contra el fracking de EEUU continúa viva y se podría alargar durante bastante tiempo, si es que las empresas dedicadas a la fracturación hidráulica en EEUU consiguen sobrevivir. Y es que Arabia Saudí cuenta con un 'arma' que le permitiría mantener su presupuesto deficitario durante 19 años con el barril a los precios actuales.
Según explica la agencia US Energy Information Administration, Arabia Saudí podría utilizar su fondo de inversión soberano para cubrir el déficit presupuestario mientras que el petróleo siga a un precio que no permita al país árabe equilibrar sus gastos con sus ingresos.
Para mantener el mismo nivel de gasto, Arabia Saudí necesitará 'tirar' de su fondo soberano de inversión que actualmente está valorado a precios de mercado en unos 733.000 millones de dólares. En 2015, Arabia Saudí ha previsto gastar unos 230.000 millones de dólares, pero reconoce que sus ingresos este año si 'ceteris paribus' serán de 190.700 millones de dólares, por lo que el déficit será de unos 38.600 millones de dólares.
Si estas previsiones se cumplen y el petróleo continúa en la horquilla de los precios actuales, la EIA explica que Arabia Saudí podría aguantar hasta 19 años con un déficit de semejante calado. Ya que el fondo soberano de Arabia suma 19 veces el valor del déficit previsto para este año.
Esta situación permite a Arabia Saudí resistir a este nivel de precios durante un periodo prolongando. Por otro lado, el mayor exportador de crudo del mundo recibirá presiones de varios de los miembros de la OPEP, que no cuentan con un colchón como el de Arabia Saudí.
EEUU tiene que aguantar
La guerra de precios del petróleo se podría alargar si EEUU consigue aguantar. Desde la línea editorial de la CNBC se pedía ayer a las empresas dedicadas a la extracción de crudo en EEUU que aguantasen fuese como fuese: "Es imperativo que después de cuatro décadas de políticas energéticas incoherentes se cambie el rumbo y se asegure la producción doméstica".
"Llegará algún día en el que los coches eléctricos, los camiones empujados por gas natural y las mejoras en la energía nuclear dejen al petróleo como una energía obsoleta, pero hasta que ese día llegue hay que continuar luchando por lograr una producción interna de petróleo estable", señala Ron Insana, analista senior de la CNBC.
