
En 2012 Portugal perdió cerca de 200.000 empleos, aunque solo la mitad de los trabajadores afectados pasaron a engrosar las cifras de desempleados, según el presidente del Instituto luso de Empleo y Formación Profesional, Octávio Oliveira.
Las otras 100.000 personas cuyo puesto de trabajo desapareció lograron encontrar otra ocupación, entraron en programas de formación o han emigrado, declaró Oliveira a los periodistas.
El desempleo, situado en torno al 17 %, está considerado uno de los principales problemas de Portugal, inmerso en su peor crisis económica de las últimas décadas.
El país está sujeto además a los compromisos del rescate financiero que recibió en 2011, que le han obligado a aplicar duras medidas de ajuste económico en un escenario de tres años consecutivos de recesión.