La interpretación del informe de inventarios en EEUU ha sido negativa con el paso de las horas, debido a la fortaleza de la demanda de gasolina. Los barriles de referencia de crudo subieron dos puntos porcentuales.
El informe de inventarios del Departamento de Energía (DoE) hay que cogerlo con cuidado y mirarlo de arriba a abajo con lupa. Casi hasta da igual que se publiquen cifras por encima o debajo de lo esperado, porque el mercado del crudo reacciona a su libre interpretación.
Esta vez han sido los datos de demanda de gasolina recogidos por la industria estadounidense, que se mantuvo fuerte en los 9,1 millones de barriles diarios. Por su parte, la capacidad de refino se elevó dos décimas, desde el 90% al 90,2%, evidenciando el incremento de la actividad habitual por estas fechas.
El detalle del informe señala que las reservas de crudo aumentaron en 300.000 barriles durante la semana. En tanto, las de gasolina también se incrementaron en 2,4 millones de barriles mientras que las de productos destilados lo hicieron en 200.000.
Las reservas de gasolina son un 3,9 por ciento menores que hace un año (205,1 millones de barriles); las de crudo, por su parte, son un 4,9% superiores (347 millones de barriles).
Al cierre de la sesión, el barril de Brent, la referencia en Europa, escaló un 1,91%, hasta 72,44 dólares, mientras que el West Texas (WTI) estadounidense subió un 2%, hasta 72,13 dólares. Este regreso alcista coloca los precios a un paso de los máximos situados en 75 dólares.
