Sevilla, 25 oct (EFE).- La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Carmen Cuello, ha expresado su repulsa ante "la última agresión machista, en caso de confirmarse, por parte de un maltratador en Fuengirola", que sería la octava por violencia de género en 2015 en Andalucía.
La investigación sobre la muerte ayer de una mujer de nacionalidad finlandesa de 36 años en la localidad malagueña de Fuengirola continúa abierta al no ser concluyentes los resultados de la autopsia practicada al cadáver, han informado hoy a Efe fuentes próximas a la investigación.
Dichas fuentes han explicado que la autopsia no ha podido concluir que la muerte fuera causada por el marido de la víctima, también finlandés de 36 años, que fue detenido por la Policía, que barajó como principal hipótesis que se tratara de un caso de violencia machista.
Para Cuello, una sociedad democrática del siglo XXI "no puede tolerar la violencia de género, ni tampoco el machismo y la desigualdad de género que dan sustento a dicha violencia".
La directora del IAM ha animado a toda la sociedad a desmontar, con una actitud igualitaria, los cimientos del machismo, "un sistema social arraigado que reproduce roles sexistas, modelos irreales del amor y jerarquías de poder que discriminan a las mujeres".
"La prevención y erradicación de la violencia de género deben ser una prioridad en la agenda política de todas las administraciones", ha subrayado Cuello, quien ha incidido en la importancia de reforzar la inversión en políticas de igualdad de género.
Ha resaltado que la Junta de Andalucía ha reforzado "un año más" su inversión para 2016 en políticas de igualdad de género y contra la violencia contra las mujeres.
Pese a ello, ha subrayado que "todo esfuerzo es vano sin la colaboración de toda la ciudadanía", a la que ha animado a reaccionar y pedir ayuda ante cualquier síntoma de maltrato hacia las mujeres, un paso "imprescindible" para que se active la red de protección.
La directora del IAM ha pedido también a las familias que "no toleren el maltrato" y que den el máximo apoyo a las víctimas para que puedan "dar el difícil paso de pedir ayuda".