
"La claridad del perito en su exposición oral, así como su independencia, resultan fundamentales a la hora de tener credibilidad frente a los árbitros y jueces". Así de claro lo manifestó ayer Ricardo Noreña, socio de Forensic de Ernst & Young. Lo hizo durante una mesa redonda organizada por la firma sobre Los Informes Periciales en los procedimientos arbitrales, en la que participaron Miguel Temboury, presidente de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Madrid; Juan Fernández-Armesto, socio de Armesto & Asociados; Alfredo Guerrero, socio responsable de Procesal de SJ Berwin Abogados y Jesús Remón, socio responsable de Procesal de Uría Menéndez.
Durante el encuentro se puso de manifiesto que una buena exposición oral del informe pericial ayuda a los árbitros y tribunales de Justicia a entender aspectos técnicos complejos de naturaleza económica y a fundamentar mejor sus resoluciones, y también se ayuda así a los abogados inmersos en el caso.
Selección del profesional
Además, se destacó la importancia del momento de elegir al perito. Aunque un buen informe pericial de parte no garantiza el éxito en un procedimiento arbitral, sin duda es un factor esencial para conseguirlo, explicaron.
En este sentido, los expertos presentes abogaron a favor de que sean las partes implicadas en el caso quienes elijan al perito y no los árbitros. ¿La razón? Resulta más ágil hacerlo de esta manera. Por ejemplo, en cuanto a plazos: cuando lo nombra el tribunal arbitral se prolongan los tiempos desde que se inicia el proceso hasta que se presenta el dictamen pericial.
Por otra parte, cuando los peritos son elegidos por los árbitros lo que ocurre en muchas ocasiones es que se acude a listas que no garantizan la calidad de los peritos con respecto a la relevancia de los casos. Y en lo que afecta a los abogados, éstos pierden la oportunidad de elegir al perito más idóneo para sus circunstancias.
Una vez que han sido seleccionados por las partes y ante los problemas que pueda causar la total contradicción entre los dictámentes de estos profesionales, Jesús Remón sugirió realizar un control cruzado, pidiendo a los peritos que reformulen sus cálculos partiendo de las hipótesis de la parte contraria. Con esto y el careo entre ambos, el árbitro podrá hacerse una idea de la situación y saber qué postura goza de mayor credibilidad.