No queda tiempo. La necesidad de modificar el actual sistema de ahorro para nuestra jubilación es imperiosa y, por este motivo, el Gobierno pretende tener a la vuelta del verano la propuesta que llevará al Pacto de Toledo, el órgano consultivo para tomar decisiones sobre nuestras pensiones en el que están presentes todos los grupos parlamentarios.
Desde Inversión a Fondo queremos reclamar que la inversión no puede estar disociada del modelo de sostenibilidad y no puede quedar relegada a un segundo plano como si se tratara de algo que concierne a los ricos. Todo lo contrario. Como el modelo obligará a recortar las prestaciones actuales en el futuro es necesario que las instituciones políticas promuevan la inversión de las rentas para completar las futuras pensiones públicas. Y nuestras propuestas tienen tanto de ambiciosas como de realistas.
La primera y más importante es que el Gobierno entienda que los productos de previsión, como son los planes de pensiones y algunos más, no son los únicos en los que se debe pensar para construir el ahorro para la jubilación. A este respecto desde Inversión a Fondo solicitamos una cuenta jubilación, a la medida de una navaja suiza multiusos, en la que se puedan incluir todo de activos (depósitos, acciones, bonos...) y el inversor cuente con la exención fiscal del trasvase entre ellos mientras no rescate su dinero hasta que se haya retirado. Esta medida, además, acabaría con el desajuste competitivo que produce en el mercado español que los planes de pensiones se hayan convertido en un producto privilegiado porque se invierte en ellos esencialmente por las ventajas fiscales. La libre competencia entre productos provocaría que los planes de pensiones estuvieran tan bien gestionados como otros en los que la gestión es mucho más brillante y las comisiones son más bajas.
Otra de las reivindicaciones que hacemos desde Inversión a Fondo es que no se limite la desgravación para aquellas personas que puedan hacer mayores aportaciones, sobre todo cuando se superan los 50 años. Asimismo, demandamos que se estudie en profundidad la gestión del sistema público de pensiones desde la perspectiva de gestoras independientes, que compitan entre ellas y que, como en otros sistemas, sufran con su propio patrimonio la desviación negativa respecto a la rentabilidad media del mercado en el que invierten. Dejamos varias preguntas abiertas: ¿qué sentido tiene invertir la totalidad de la caja de la Seguridad Social en un activo tan volátil como la deuda española?, ¿qué rentabilidad obtendría la caja de la Seguridad Social si se hubiese invertido en los diez fondos de renta fija de mayor tamaño?