El director del Instituto Juan de Mariana y Doctor en Economía, Juan Ramón Rallo, ha manifestado su apoyo a generalizar las sicav para que sean un instrumento a la mano de todos lo inversores.
Rallo explica en su blog personal cómo funciona una sicav: "Son un tipo de institución de inversión colectiva: en concreto, Sociedades de Inversión de Capital Variable. Se trata, pues, de una sociedad anónima a través de la cual se gestiona el patrimonio financiero mínimo de 2,4 millones de euros proveniente de al menos 100 personas (si bien, sólo una de ellas suele poseer la porción relevante del patrimonio financiero gestionado)", explica el joven economista.
En lo que se refiere a tributación, aquí reside la mayor polémica de estos instrumentos: "Todas las instituciones de inversión colectiva tributan al 1% por Impuesto de Sociedades. Pero la historia, por desgracia, no termina aquí: si usted obtiene ganancias en su institución de inversión colectiva y posteriormente las distribuye en forma de dividendos, usted (y los ricos con sicav) pasará a tributar por ese importe al 21%, 23% o 27% según marca el IRPF".
Sin embargo, Rallo explica que "el 1% se paga únicamente sobre los beneficios de la institución de inversión colectiva (por Impuesto de Sociedades), no sobre la distribución de esos beneficios a sus accionistas".
Por eso, cualquier persona puede acogerse al mismo régimen fiscal que tiene una sicav: "simplemente contratando un fondo de inversión de esos que los bancos le ruegan machaconamente que contrate", sentencia el director del Instituto Juan de Mariana.
A pesar de estos datos, Rallo asegura que las sicav son un privilegio para unos pocos y "deberían dejar de serlo". Y es que, "la gran ventaja de una sicav frente a un fondo de inversión no es fiscal, sino operativa: la sicav puede ser gestionada directamente por el accionista mayoritario, mientras que el fondo de inversión no. No hay ninguna razón para excluir del régimen fiscal de las instituciones de inversión colectiva a aquel inversor minoritario que quiera autogestionar su cartera".
"Tanto la casta como la anticasta están a favor de rapiñar con mayor saña al contribuyente. Necesitábamos sicav para todos y Montoro sólo nos ha ofrecido ese penúltimo timo de la estampita que los los Planes Ahorro 5", culmina Juan Ramon Rallo.
Los dividendos en la reforma fiscal
