Los resultados no suelen ser los deseables, ya que competir en un mercado global no es fácil si se pretende destacar en todo.
¿Podemos ser buenos todos en todo o se deben priorizar estrategias temáticas fortaleciendo unas respecto a otras? ¿No es cierto que quien mucho abarca poco aprieta? De lo que no cabe ninguna duda es que no habrá café para todos.
Los gobernantes de cada país, región o ciudad se encuentran a diario en la tesitura de dar respuesta a estas preguntas, en muchas ocasiones sin elementos objetivos que les permitan analizar y tomar decisiones acertadas. Esto nos ha llevado a situaciones en las que todas las regiones europeas pretenden ser competitivas y tractoras en todos los sectores de moda: biotecnología, TIC, UAVs? Los resultados no suelen ser los deseables, ya que competir en un mercado global no es fácil si se pretende destacar en todo o si no se cuenta con unos cimientos consolidados que soporten el posicionamiento deseable.
Entre las claves indiscutibles que definen esos cimentos se encuentra lo que podríamos llamar "masa crítica", entendida como como el conjunto de elementos que acompañan a un sector de negocio: Empresas, Universidades, entorno, estrategia política y regulatoria, etc. Entre ellos, dos son de vital importancia y deben ser analizados con detalle antes de tomar cualquier decisión estratégica de prioridades: masa crítica empresarial y masa crítica científico-tecnológica:
1) La primera de ellas se refiere a la cantidad, tamaño y distribución. Es decir, la estructura empresarial en el ámbito del negocio de que se trate. En este sentido, algunos aspectos importantes a considerar y analizar serían la distribución entre grandes, medianas y pequeñas empresas, ya que un equilibrio en cuanto al tamaño de las empresas es muy importante a la hora del desarrollo y crecimiento del sector. Otros aspectos importantes a considerar serían la facturación, empleo e internacionalización de las empresas que componen el sector.
2) La segunda se refiere al capital científico disponible que pueda dar soporte al crecimiento y competitividad esperados, tanto en sus aspectos formativos como en investigación y transferencia. Las Universidades son un elemento clave si se quiere ser competitivo en un área de negocio, ya que aspectos como publicaciones, patentes, spin off o masters representan una base absolutamente necesaria para un posicionamiento robusto en un mercado global.
Por tanto, el primer análisis necesario antes de cualquier decisión política en cuanto estrategia económica y planificación del tejido productivo debiera ser una diagnóstico acertado y objetivo de la masa crítica disponible en cualquier área de negocio que se quiera potenciar y, por supuesto, analizarla de forma comparativa con otros países o regiones.