
La alianza entre BBVA y el chino Citic Bank no ha dado los resultados esperados en 2007. Ante este fracaso el banco ha tomado la decisión de replegar su estrategia en el mercado asiático y revisar su pacto. En esta medida drástica también ha pesado la entrada en vigor de la regulación de Basilea III en enero que penaliza las participaciones financieras. Ambos factores han provocado un cambio radical en su proyecto, a pesar del fuerte impacto negativo inmediato que tendrá sobre su cuenta de resultados.
El repliegue ha comenzado con la venta del 5,1 por ciento del capital del chino con unas minusvalías de 131 millones de euros. El comprador, precisamente, ha sido el propio Citic, que ha pagado 944 millones de euros.
Las pérdidas no quedan ahí. Para evitar una penalización fuerte de la nueva regulación internacional, ha tenido que clasificar toda la participación de la que disponía hasta ahora -un 15 por ciento- en disponible para la venta, con lo que se ha visto obligado a reconocer un efecto negativo en sus beneficios de 2013 de 2.500 millones al contabilizarla a precios de mercado. Tras este duro impacto no descarta deshacerse en un futuro próximo de toda o casi toda la participación.
El mercado, ante tal agujero en las cuentas de este año, descuenta un recorte del dividendo. En esta hipótesis ya se manejan los analistas de N+!, por ejemplo, que advertían de tal posibilidad en un informe emitido ayer. En la actualidad reparte a sus accionistas el 36 por ciento de las ganancias en títulos y en efectivo. En una conferencia con inversores, el director financiero de BBVA, Manuel González Cid, aseguró que esta operación "no afecta" a su política de retribución al accionistas, pero matizó que será el consejo quien deberá aprobarla en función de las ganancias que se obtengan este ejercicio.
Plusvalías en Latinoamérica
Las pérdidas contables por el cambio en Citic se verán compensadas en parte por las plusvalías que va a obtener por la desinversión de sus negocios de seguros y pensiones en Latinoamérica, estimadas en 1.600 millones. No serán suficientes para tapar este socavón. Además, la eliminación de las cláusulas suelo a los clientes hipotecarios en España en junio drenará los beneficios del banco con sede en Bilbao. Las previsiones cifran en unos 350 millones el recorte de las ganancias por la cancelación de este tope en el cobro de mayores intereses en los créditos.
Aunque de manera inmediata va a admitir un recorte en su beneficio, la venta y reclasificación permitirá al banco aumentar en 72 puntos básicos su ratio de solvencia y poder cumplir así con la regulación de Basilea III en enero. Según sus cálculos, la operación le mejorará en 72 puntos básicos el core capital con criterios de la nueva normativa. De esta manera, BPI espera que a finales de año este ratio alcance el 8,9 por ciento.
El director financiero de BBVA sostuvo que se situará por encima del 9 por ciento otros factores, tal y como se han comprometido a lo largo de este ejercicio. No quiso desvelar de manera concreta en que nivel se encontrará a cierre de 2013, ya que todo dependerá de la solución que aplique el Gobierno a los activos fiscales (DTA) diferidos con el objetivo de éstos sigan formando parte del core capital.
Revisión de la alianza
Más allá de los números y la contabilidad, el repliegue es un giro a la estrategia de BBVA en China, mercado clave de expansión desde 2007. "Las cosas han ido más lentas de lo esperado y no han dado sus frutos en algunos segmentos donde preveíamos un fuerte crecimientos", explican desde BBVA. En este fracaso ha tenido que ver en muchas ocasiones la elevada burocracia de las autoridades. Una de las actividades que se ha visto devaluada con el paso del tiempo ha sido la actividad de banca mayorista y las relaciones comerciales entre Asia y Latinoamérica.
La venta y el cambio de estrategia va a suponer al banco español perder su calidad de socio exclusivo de Citic, lo que va a dañar los objetivos de los negocios que comparten, como el de financiación a coches y banca privada.
Para compensar este efecto y ofrecer sus servicios de banca mayorista, BBVA va a abrir una sucursal operativa en China. Hasta ahora sólo contaba con dos oficinas de representación, una en Pekín y otra en Shanghai.
De momento, lo que parece que no se va a revisar es el statu quo en la filial internacional de Citic, en la que BBVA cuenta con un 30 por ciento del capital. A través de esta franquicia exploran negocio en el sur de Asia y en Hong Kong.
El grupo que preside González ha invertido en su alianza con Citic, en la que se incluye esta filial, más de 3.000 millones en los últimos seis años en distintos tramos. Su presidente llegó a decir en más de una ocasión que "quien no estaba en China no está en el mundo", en una clara referencia al Santander, que apenas cuenta con presencia en este mercado. Pese a sus palabras, en alguna ocasión barajó la idea de romper la alianza con Citic. No ha sido hasta ahora cuando ésta se ha resquebrajado.