
El mercado de la materia se acerca a un fuerte deterioro en la oferta, mientras la demanda continuará avanzando, lo que genera previsiones alcistas. Las posibles subidas se pueden aprovechar tomando posiciones en las compañías del sector, incluidas también en un único ETF
Sólo quedan tres años en los que el mercado de diamantes mantendrá una situación de oferta y demanda relativamente estable. Según el informe anual sobre estas piedras preciosas elaborado por la firma consultora Bain & Company, a partir de 2017 la oferta se deteriorará con intensidad debido a que las minas que ya están en funcionamiento empezarán a acusar un descenso en la producción importante, además de la escasez de nuevas minas que explotar a lo largo de todo el mundo.
Las dificultades que han de enfrentar las compañías productoras para encontrar nuevos yacimientos cada vez son mayores. De hecho,a pesar de que todavía existen grandes secciones de terreno en África -el continente que más diamantes produce- en las que no se ha comenzado a explorar, la última gran mina se descubrió en Zimbabwe hace más de 14 años. Según el informe, desde el año 2013 las reservas de diamantes que se manejan son suficientes para abastecer a la producción tan sólo durante los próximos 18 años, teniendo en cuenta el ritmo al que avanza la demanda. Y es que ésta continuará siendo sólida, e incluso se incrementará con el paso del tiempo, en opinión de la consultura, debido al avance de las clases medias en países como China e India, además del rápido crecimiento de estas economías emergentes -el dato PIB de China que se presentó el pasado miércoles 16 de julio reflejó un incremento del 7,5 por ciento, por encima de las estimaciones- y un contagio en estos países de ciertos hábitos de consumo occidentales, como es la atracción por la joyería. Además, el acelerón que están experimentando economías desarrolladas como la estadounidense, japonesa y países de la Unión Europea también impulsarán la demanda actual.
Estas son las razones que generarán un incremento interanual medio del 2 por ciento en el caso de la producción y del 5 por ciento en la demanda durante la próxima década, lo que terminará por generar una fuerte escasez de oferta que no será capaz de hacer frente al interés del mercado por el codiciado mineral.
Uno de los signos que ya comenzó a generar la especulación de sobredemanda apareció en 2012, cuando las ventas de diamante en bruto descendieron a un ritmo de doble dígito de forma interanual, mientras las ventas al por menor para joyería avanzaron un 2 por ciento en ese mismo sentido.
Hay que destacar que se trata de una materia cuyo precio se quintuplica desde su extracción hasta la venta final al minorista, tras haber sido cortado y pulido: en 2012 la producción en bruto generó ingresos por valor de 14.800 millones de dólares, mientras la industria manufacturera ingresó 47.200 millones, y la venta minorista llegó a superar los 72.100 millones de dólares. Eso sí, el segmento de la producción en bruto es el más rentable de toda la cadena, teniendo en cuenta que genera unos márgenes en torno al 16 y el 20 por ciento, mientras las compañías dedicadas al corte se embolsan entre 2 y 5 dólares en beneficio por cada 100 que ingresan, y la venta final genera unos márgenes entre el 11 y el 14 por ciento. Ahora bien, para continuar gozando de estos elevados márgenes la firma consultora considera que ahora se encuentran en un punto de inflexión en el que deben identificar bien los proyectos que prometan los beneficios más elevados. Por su parte, el reto para las compañías dedicadas a la venta al por menor reside en tratar de asegurarse una producción consistente para el futuro, y por ello muchas empresas están incorporándose al sector de la extracción, el pulido y el corte para tener acceso a la producción bruta. Según Bain & Company, esta tendencia continuará en el futuro.
En resumen, si la situación no cambia, todo apunta a que comprar un diamante será mucho más caro en el futuro, descontando la inflación, una circunstancia que podría tratar de aprovechar el inversor. Eso sí, teniendo en cuenta que se trata de una materia que no cotiza en el mercado regulado y tampoco existe ningún fondo de inversión en el que se pueda tomar posiciones desde España, la única alternativa a la inversión física -comprar directamente la piedra, con las dificultades que ello entraña y el coste añadido de acudir a un minorista- consiste en adquirir títulos de las compañías protagonistas del sector o entrar a través de un ETF -fondos cotizados-. En este sentido, sólo existe existe un fondo cotizado estadounidense que se lanzó el 29 de noviembre de 2012, y desde entonces acumula una rentabilidad cercana al 30 por ciento: el ISE Diamond / Gemstone (ZIG). Incluye 25 empresas relacionadas con la materia, y entre estos valores existen algunos realmente interesantes para la inversión alcista -ver gráfico- según el consenso de mercado recogido por Factset. Teniendo en cuenta la recomendación que le otorgan los expertos, la compañía con el consejo de compra más sólido en este momento es la canadiense Dominion Diamond -compañía que nació tras vender Harry Winston Diamond su segmento de ventas de diamantes al por menor a Swatch, renombrandose lo que quedó de Harry Winston como Dominion Diamond-, que compró en 2012 el negocio de diamantes de BHP Billiton y que ahora se encuentra entre las líderes del sector ya que, como apunta Bain & Company, el 78 por ciento de los beneficios totales del sector se reparte entre la sudafricana De Beers -no cotizada-, la rusa Alrosa, la británica Rio Tinto y Dominion Diamond. Además de la recomendación de compra que atesora, según los expertos la empresa canadiense cotiza más de un 30 por ciento por debajo de su precio objetivo, con lo que cuenta con un fuerte recorrido alcista. Además, la empresa acumula más de 300 millones de dólares en caja y los analistas consideran que desde 2014 hasta 2016 la ratio PER -número de veces en el que el beneficio que otorga cada acción está recogido en su precio- de la empresa se reducirá desde las 39 veces hasta las 9 veces, situándose según las estimaciones como una de las empresas más baratas del sector. Estos datos fundamentales la presentan como la mejor oportunidad alcista en este momento, en opinión del consenso de mercado recogido por Factset.