Las grandes productoras de televisión calientan motores para hacerse con la producción de la televisión autonómica de Murcia.
Horas después de que el Ejecutivo de Ramón Luís Valcárcel anunciara un "nuevo modelo" para la gestión de su cadena autonómica, una vez finalice el contrato con GTM el 31 de agosto, Vértice y Secuoya se mostraron interesadas en participar en el concurso de la nueva concesión. Mediapro, la tercera en discordia, no ha querido pronunciarse al respecto, pero desde el sector aseguran que está detrás de convertirse en proveedor de las regionales.
"Vamos a ir a por todas", aseguraron desde Vértice. La productora presidida por Manuel García Durán, que factura en concepto de externalizaciones 40 millones al año, es una de las mejor situadas. En lo que va de año, la compañía se ha hecho con el suministro de contenidos de la autonómica extremeña por 1,2 millones, con la externalización de Aragón TV por 37,4 millones y con la prestación de servicios de producción en Canarias.
Producción privada
Por su parte, Secuoya toma posiciones para lanzarse al asalto de las televisiones regionales. Un mercado en el que ya está presente a través de su filial CBM, que en 2011 ganó la producción de los informativos de IB3, la tele balear. La productora que preside Raúl Berdonés apuesta por presentarse "a todos los concursos que convoquen las autonómicas" y la de Murcia no es una excepción, aseguran desde Secuoya. "La viabilidad de estas televisiones pasa necesariamente por la gestión privada. Sí al servicio público pero con gestión privada", aseguró Berdonés a este diario.
Por último, Mediapro está negociando con empresas del sector para sellar alianzas y conquistar el mercado autonómico y la gestión de la televisión murciana está entre sus planes de estudio.
Murcia ha sido la primera comunidad en privatizar la gestión de su televisión autonómica. Los consejeros de Presidencia y de Economía y Hacienda del Gobierno murciano, Manuel Campos y Juan Bernal, explicaron ayer cómo se va a abordar el cambio del modelo. En primer lugar, el Ejecutivo regional rescindirá el próximo 31 de agosto el contrato de servicios entre la empresa GTM y la sociedad pública TAM (Televisión Autonómica de Murcia) y modificará la ley para dejar la gestión de la cadena en manos de una empresa privada aunque se mantendrá la titularidad pública de la misma.
En este punto, Campos y Bernal anunciaron una fuerte reducción del presupuesto y que se convocará un concurso para la gestión indirecta del servicio público. Los representantes anunciaron que se pagarían 15 millones de euros para la nueva concesión, lo que supone un 50 por ciento menos que en 2011. El futuro de los 300 empleados de la televisión autonómica está en el aire. Aunque Bernal afirmó que el nuevo adjudicatario debe mantener una parte de la plantilla actual, no está permitido obligar a prorrogar los contratos existentes.