La Policía judicial intervino a la familia Ruiz-Mateos 180 propiedades inmobiliarias, 70 obras de arte y numerosas joyas tras los registros practicados en varios de sus domicilios el pasado 25 de enero, según se desprende del auto de embargo de los inmuebles y del parte del registro elaborado por los agentes.
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz dictó embargos sobre todas estas propiedades con la finalidad de destinarlos a cubrir las pérdidas de cerca de 337,3 millones de euros sufridas por los 4.110 inversores en pagarés de Nueva Rumasa.
Durante el registro de la casa familiar de los Ruiz-Mateos situada en Somosaguas (Madrid), los agentes encontraron cuatro cajas fuertes, dos de ellas en los despachos y las otras dos en la caseta de la piscina, que utilizaban como oficina, donde también se localizó una máquina de contar dinero encendida y tres chequeras, dos de ellas del Grupo Dhul e Hibramer.
Según se desprende del parte policial, los Ruiz-Mateos colaboraron en todo momento con los agentes proporcionando las claves de las cajas fuertes y de los equipos informáticos. Los agentes también se incautaron de numerosa documentación, varios pen drive y los discos duros de los ordenadores, así como 1.600 euros en dinero en efectivo. El registro duró 12 horas.