La sorprendente victoria de Fernando Alonso en el GP de Malasia supone más que 25 puntos para Ferrari, e incluso mucho más que el liderato temporal del Mundial. Conscientes de que este resultado no es sino un espejismo, en la Scuderia se muestran satisfechos por haber cumplido el objetivo marcado para las primeras carreras del año. Siga toda la información sobre el Mundial en el especial de Fórmula 1.
El coche no está a la altura de sus rivales por el título, eso lo saben bien en Maranello, por lo que la meta que se había marcado todo el equipo no era otra que tratar de evitar que los favoritos se escaparan en la clasificación y lograran una diferencia de puntos con Fernando Alonso inalcanzable, una vez que su F2012 haya recibido las evoluciones oportunas.
Ya se advirtió desde Ferrari la semana pasada. Las primeras grandes actualizaciones del coche no llegarán, al menos, hasta que el Mundial aterrice en Europa; es decir, Alonso tendrá que disputar otros dos Grandes Premios con el actual monoplaza, por lo que la victoria de ayer en Malasia le otorga una bocanada de aire para afrontar esas carreras en las que, con toda probabilidad, no va a gozar de las mismas condiciones de carrera que en Sepang.
Líder provisional del Mundial, cuando se han disputado ya dos carreras del calendario, Alonso mantiene una ventaja de cinco puntos con Hamilton, diez con Button, once con Webber, 17 con Vettel o 19 con Räikkönen, por citar los principales candidatos a alzarse como campeones del mundo en 2012.
Gracias a ese colchón de puntos que supuso su exhibición en el trazado malayo, todo el equipo afronta con menos presión las citas inminentes en el calendario -China y Bahréin-, antes de llegar al GP de España en donde se espera ver un F2012 mejorado que, unido a la destreza del bicampeón español, le permita luchar con los Red Bull y los McLaren por el título mundial de la categoría reina.
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