Energía

La industria paraliza el 25% de la cogeneración por la reforma eléctrica

La industria ha decidido comenzar a paralizar sus plantas de cogeneración. Apenas una semana después de hacerse pública la propuesta de estándares de retribución -que supone un recorte de más de 1.000 millones de euros- las empresas han decidido paralizar parte de sus plantas de generación eléctrica con esta tecnología para evitar incurrir en pérdidas.

El presidente de la patronal del sector, José Manuel Collados, explicó ayer a elEconomista que en la última semana se han paralizado instalaciones con una potencia instalada cercana a los 650 MW.

A esta cantidad habría que añadirle las más de 200 plantas (712 MW) que ya están paradas desde el segundo semestre de 2013, después de la introducción de los impuestos a la generación, lo que supone que, en total, más del 25% de la potencia instalada de la cogeneración y entre un 20 y un 30% de las instalaciones existentes, se encuentran ya paralizadas por culpa de la reforma energética del Gobierno.

Ante esta situación de "emergencia", como la ha calificado el sector, las plantas de cogeneración preparan un aluvión de alegaciones a los estándares presentados en el borrador de orden de parámetros retributivos. De hecho, creen que se producirá un colapso en la CNMC ya que se presentarán grupo por grupo cada una de las instalaciones.

Cartas a Rajoy

El sector está decidido a hacer frente a estas medidas que consideran muy gravosas para la industria y, por ese motivo, prepara una oleada de cartas al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para exponerle la situación de sus plantas, una por una, al igual que a los distintos presidentes de las comunidades autónomas, a los que quieren alertar de la repercusión de esta medida sobre el empleo.

La intención del sector es intentar hacer comprender al Ministerio de Industria que los recortes que prepara el sector acabarán por llevar al cierre a todas estas instalaciones, clave en la competitividad de la industria española.

El presidente de Acogen, José Manuel Collados, indicó que preferirían quedarse tal y como están y destacó que en los ejemplos de retribución facilitados por el Ministerio podría parecer que se mejora la situación de la cogeneración, un extremo muy alejado de la realidad, en su opinión.

De hecho, desde el año 2007, la industria manufacturera en España ha perdido ya un 25% de su producción y casi un millón de empleos, y esta tecnología les permitía competir al ayudarles a reducir los elevados precios de la energía para las empresas. Tal y como adelantó elEconomista, el recorte supondrá alrededor de 1.200 millones de euros para esta tecnología, incluyendo los purines. Concretamente, el impacto de la reforma de este año ascendería a 1.076 millones de euros, es decir, un 34% de la retribución total, pero esta cantidad seguiría incrementándose por el cierre de las plantas.

Fuentes cercanas al Ministerio de Industria indicaron que el recorte aplicado es el adecuado y consideran que estas plantas se amortizan en apenas cuatro años por la retribución que mantienen.

La cogeneración tiene en estos momentos un total de 1.000 instalaciones industriales que suponen el 12% de la electricidad producida en España.

Problemas para el gas

La parada de la cogeneración puede además provocar un serio problema al sector gasista, ya que son responsables de una parte importante del consumo. Este sector utiliza el 25% del consumo nacional de gas natural (85-90 TWh).

Los 6.000 MW instalados se encuentran principalmente en los sectores azuelejero, químico, papelero, alimentario, farmaceútico, petrolero, ladrillos y automóvil, es decir, algunas de las principales industrias de nuestro país.

Algunas de las principales marcas industriales son cogeneradores como, por ejemplo, Repsol, Cepsa, BP, Porcelanosa, ElPozo, Pamesa, Tau Cerámica, Keraben, Viscofan, Azucarera Ebro, Torraspapel o Saica.

El cierre de plantas de cogeneración supondrá la pérdida de una gran parte de sus 15.000 empleos. Asimismo, conllevará unos costes energéticos más altos para la industria, lo que sin duda acarreará una reducción de su competitividad. Esto se traducirá en la deslocalización de parte de la producción nacional a otros países más competitivos y la consiguiente pérdida colateral de empleo.

Fuentes del sector consideran que la decisión de limitar las horas de las instalaciones afectará principalmente a las industrias que operan todo el año, como puede ser el caso, de Repsol, Cepsa y BP en sus refinerías.

Los cogeneradores consideran que detrás de este recorte hay un intento de incrementar la producción con los ciclos combinados, pese a que sus factores de eficiencia son menores y además se reducen la capacidad de autoconsumo.

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