
El Gobierno portugués podría verse obligado a nacionalizar parcialmente los bancos más afectados por la crisis. El valor en bolsa de las entidades lusas ha caído a mínimos históricos a medida que la crisis de deuda soberana ha ido a peor, en un contexto en que, además, han aumentado las exigencias europeas para reforzar capital.
Los bancos portugueses necesitan 6.950 millones de euros para cumplir con los nuevos requerimientos de la Autoridad Bancaria Europea, en un contexto de dura crisis que atraviesa el país, que pidió un rescate internacional, de 78.000 millones de euros, el pasado mes de abril.
Una parte del rescate acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea incluye hasta 12.000 millones de euros para apoyar la recapitalización del sector financiero.
Nacionalización parcial
Según informa la agencia Bloomberg, el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, no ha negado que los bancos podrían aprovechar parte de ese dinero para su recapitalización, lo que en la práctica supondría una nacionalización parcial similar al modelo que utilizó el gobierno británico cuando adquirió una participación en Royal Bank of Scotland en 2008.
"El deseo de la EBA y el Banco de Portugal es captar capital privado, pero parece complicado dado el contexto económico actual", explica André Rodrigues, analista de Caixa Banco Investimento.
Los principales bancos del país han perdido un total de 6.300 millones de euros, o el 68% de su valor bursátil este año, mientras que el rendimiento de los bonos a 10 años de Portugal casi se han duplicado, hasta el 13%.
Espirito Santo, el mayor banco del país que cotiza en bolsa, alcanzó un mínimo histórico de 1,07 euros y BPI cayó a 39,5 céntimos de euros el pasado 10 de noviembre.
"Ha habido un ataque generalizado" a los bancos, apunta Tiago Riberiro Pereira, gerente de fondos del Banco Carregosa.
Las exigencias de capital
Los bancos que no puedan cumplir con las exigencias de Bruselas tendrán que echar mano de los 12.000 millones de euros del paquete de rescate, además de asumir que el Estado se convierta en accionista mayoritario.
Tanto Banco Comercial como BPI ya han anunciado que considerarán todas las opciones para lograr capital, incluído el citado fondo de rescate. En cambio, Espírito Santo no se ha referido a esta posibilidad.
El pasado 25 de noviembre, la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings rebajó la nota de solvencia de los portugueses Caixa Geral de Depositos (CGD), Banco Comercial Portugues (Millennium bcp) y Banco BPI, hasta 'BB+' desde 'BBB-', lo que equivale a la categoría de 'bono basura'.
Fitch recordó entonces que las entidades portuguesas cuentan a su disposición con un paquete de soporte público de 12.000 millones de euros en el marco del rescate pactado entre Portugal y la UE y el FMI.
En 1989, Portugal empezó a privatizar muchos de los bancos que fueron nacionalizados años atrás, en la década de los 70. "Sería una ironía de la historia" si el gobierno, que está vendiendo participaciones en empresas energéticas como EDP y REN, debe asumir otra vez el control de los bancos, apunta un alto directivo de Espirito Santo.