¿Por qué los americanos de Agilent Technologies se han quedado mudos tras comprar a la tecnológica malagueña AT4 Wireless, su división de sistemas de medida este verano? ¿Habrá recibido órdenes de la Junta de Andalucía, uno de los accionistas beneficiados con la operación, para que no comente nada? ¿Se invertirá el dinero, cifra también oculta, en las otras divisiones del grupo?
Los nuevos propietarios no quieren hacer comentarios sobre el precio de la compra, ni si piensan realizar otras operaciones similares a la de la empresa tecnológica malagueña. Tampoco desean hablar del futuro de la unidad de negocio de sistemas, de ampliar o reducir plantilla, de la percepción que se tiene en Estados Unidos de nuestro país, ni de cómo está su sector.
Sólo han comentado que están entusiasmados al poder ampliar su liderazgo en el mercado de sistemas de medida, añadiendo nuevos productos, cobertura de ensayos y talento muy valioso a través de esta adquisición. Para Guy Sené, presidente de la división Electronic Measurement Group de Agilent, LTE (tecnología móvil de cuarta generación) representa el futuro de las comunicaciones inalámbricas y AT4 ha demostrado una trayectoria impecable, ofreciendo soluciones innovadoras en conformidad e I+D cuando la industria las ha demandado.
Agilent y AT4 Wireless han trabajado con éxito durante muchos años. Por tanto, esta adquisición es una evolución natural en la relación entre las dos empresas, según Luís Fernando Martínez, director general de AT4 Wireless.
Lo triste es que los españoles tampoco responden a ninguna cuestión, sólo a las estrictamente protocolarias. Es como si les hubieran comido la lengua el gato. Mientras, los trabajadores negocian con los nuevos dueños pero no tienen toda la información. Casi un 40 por ciento de la plantilla de AT4 (que emplea a 390 personas) formará parte de Agilent, que tiene aproximadamente 480 empleados en España. Actualmente la multinacional americana invierte aproximadamente el 9 por ciento de sus ingresos anuales en I+D+i.