
Los trabajadores de una empresa necesitan estar plenamente motivados y a gusto para rendir al 100% y ser capaces de desarrollar al máximo su creatividad, ser creativo, sentirse realizado y estar implicado en la empresa. Los tres aspectos básicos de cada trabajador para alcanzar ese objetivo es sentirse seguro, integrado e importante, tanto en tu día a día como en el trabajo.
Sentirse seguro es básico para poder arriesgar, para tomar riesgos, ser valiente e innovar. Es básico para desarrollarse como empleado. Además, permite aumentar la unidad del grupo y facilita el trabajo en equipo. Todas esas cuestiones repercuten positivamente en los resultados de la compañía.
El sentimiento de pertenencia significa que se trata de un grupo de trabajo unido, en el que todos los empleados son iguales y reman en la misma dirección, según señala en Forbes Christine Comaford, emprendedora de éxito.
En cuanto al sentirse importante se traduce en que cada empleado se siente único, que su contribución es individualmente importante. A pesar de trabajar en equipo, todos marcan la diferencia y son apreciados e imprescindibles.
Importante para todos
Sin embargo, estos tres valores no solo son importantes para los trabajadores, sino que también es importante tratar de transmitírselos a los inversores, los clientes, los socios, y en general cualquier persona que trate con la empresa.
¿Cómo se pueden potenciar esos tres valores en su empresa? Hay varias acciones que pueden ayudar a aumentar las sensaciones de seguridad, pertenencia e importancia en la compañía.
1. Participar en reuniones importantes. Reunir a la gente para explicar temas de importancia para la compañía les ayuda a sentirse importantes y valorados en la empresa.
2. Desarrollar planes de desarrollo individual. En el mismo sentido, los empleados notan que tienen recorrido en la empresa, que piensan en ellos a largo plazo, por lo que se sienten más seguros e importantes en la empresa.
3. Rituales culturales. Organizar salidas juntos, actos, conciertos, etc. refuerza la unidad del grupo.
4. Transparencia. Hay que comunicarse abiertamente con los empleados, tratarles a todos con equidad e igualdad.
Asimismo, hay tres formas de comunicación que ayudan a suavizar las relaciones con los empleados.
1. A la hora de proponer ideas, utilizar la fórmula del "qué te parece si" permite eliminar el ego del que lanza la sugerencia. El jefe no fuerza ni da una orden, sino que simplemente señala el camino para que el empleado lo vaya explorando y descubriendo. Permite además facilitar la comunicación.
2. Solicitar ayuda. Cuando una persona dominante (el jefe) pide a un subordinado (el empleado) ayuda, provoca un intercambio de papeles especialmente eficaz para dar más responsabilidad a un trabajador.
3. Ofrecer soluciones en momentos de duda. Permite avanzar en la solución de un problema sin restarle responsabilidad.