
El Gobierno tiene hasta San Valentín para dar el sí quiero a la salida a bolsa del 60% del capital de Aena. Aunque la operación cada vez está más complicada por su coste político en los feudos electorales del PP, fuentes conocedoras del proceso explican a este periódico que el proceso se podría culminar técnicamente en junio si se aprueba antes de que finalice la primera quincena de febrero.
Tradicionalmente, las dos ventanas recomendadas para un proceso de salida a bolsa son la primavera y el otoño. En este primer caso, si el visto bueno de Moncloa se da como muy tarde en el Consejo de Ministros del 14 de febrero, día de San Valentín, daría tiempo a que el proceso se culminara en junio, dentro de la ventana recomendada.
Se calcula que el road show, la tradicional presentación de las cifras económicas y el potencial de la empresa a los inversores, no duraría más de tres o cuatro semanas, y todo el papeleo económico y legal está listo para poder sacar un folleto informativo en el caso de que se dé luz verde a la privatización parcial del gestor aeroportuario.
Un portavoz oficial de Aena consultado por elEconomista no hace comentarios y recuerda que la decisión es única y exclusivamente del Gobierno.
Las cuentas de Aena han mejorado notablemente durante los últimos años tras el plan de saneamiento que ha llevado a cabo su presidente, José Manuel Vargas. Si en 2013 el ebitda finalizó en torno a los 1.700 millones de euros, para este ejercicio las previsiones iniciales hablan de un beneficio operativo de 2.400 millones de euros.
La salida a bolsa de Aena sería una buena operación económica pero el coste político es lo que frena ahora mismo al Ejecutivo. Los inversores que quieran entrar en el gestor aeroportuario, en el caso de que el proceso siguiera adelante, no entenderían decisiones como la de mantener a media jornada aeropuertos no rentables, como decidió en su día la empresa para conservar la política de red sin seguir perdiendo dinero en estas instalaciones. También existen casos tan singulares como el de la Comunidad Autónoma de Galicia, donde existen tres instalaciones deficitarias (los aeropuertos de A Coruña, Santiago y Vigo) en menos de 90 kilómetros entre ellas.
Los acontecimientos se precipitarán en los próximos meses. Primero, con las elecciones europeas, que se celebrarán en mayo de 2014, y después con las elecciones generales, que serían a finales de 2015 si no se adelantan.
Si el PP gana con mayoría simple y necesita una alianza los candidatos más probables con CiU o PNV. Los primeros ya mostraron en su día su malestar por la anulación del anterior proceso de liberalización de El Prat y Barajas.