DKV blinda a sus clientes frente a subidas abusivas. La aseguradora mantiene su compromiso de no aplicar alzas indiscriminadas en sus pólizas, frente a la penalización de la edad o la enfermedad que aplican otras aseguradoras y que son la causa principal de reclamación de los clientes.
Carta en el buzón. Su aseguradora le comunica un incremento de la cuota de su póliza médica superior al 100 por ciento. ¿Razones? Alta siniestralidad del colectivo. La subida se produce sin previo aviso ni tiempo para darse de baja, por lo que no queda otra que devolver el recibo y cancelar el contrato por cambio en las condiciones tras mantener una antigüedad de más de 10 años en la compañía.
Es uno de los casos recogidos en los expedientes abiertos por la Dirección General de Seguros y Fondo de Pensiones por quejas y reclamaciones recibidas de asegurados, que ponen en la diana las políticas de cancelación y renovación anual de los seguros en el ramo de asistencia sanitaria.
Aunque los aumentos indiscriminados de primas no son ni mucho menos una práctica generalizada ni normal, sí es una opción posible para ?eliminar? a clientes que resultan demasiado onerosos para las compañías. En 2012, último año para el que hay datos, la DGSFP recibió 866 reclamaciones en el ramo de enfermedad y asistencia sanitaria, de las que 171 correspondieron a la renovación anual del seguro y que afectan, sobre todo, a la prima y a los copagos que debe satisfacer el asegurado.
La ley aseguradora no prohíbe este tipo de incrementos al fijar el principio de suficiencia de la prima, con el fin de permitir a la entidad aseguradora responder a sus obligaciones derivadas del contrato de seguro y constituir provisiones técnicas adecuadas.
Conscientes de esta realidad y para evitar sustos a sus clientes, algunas aseguradoras como DKV han adquirido un claro compromiso. La filial española del grupo Ergo fue la primera en garantizar por contrato pólizas de por vida al renunciar, a partir del tercer año, a su derecho a cancelar el contrato con su cliente, extremo este que utilizan algunas aseguradoras cuando su cliente alcanza una determinada edad o arrastra una enfermedad.
DKV no se queda ahí, sino que además se compromete a no modificar el precio del seguro de forma individual más allá del tramo de edad que le corresponda y con la misma tarifa que se aplique en el caso de un nuevo cliente, tengan la enfermedad que tengan, como señalan fuentes de la compañía. Dos garantías para evitar sorpresas que no todas las compañías cumplen. El consejero delegado de DKV, Josep Santacreu, ha denunciado recientemente que ?personas que llevan años aseguradas se queden sin su cobertura porque se les haga incrementos que no son sostenibles?.
Desde SegurCaixa Adeslas, el líder del mercado asegurador en salud, un experimentado portavoz de la compañía asegura que este tipo de subidas en los precios ?no son una pauta de mercado, ni tampoco una buena práctica?. ?No se puede hacer un traje a la medida de cada cliente?, sostiene en cuestión de precios. Las compañías se mueven con criterios estadísticos en función de colectivos o productos y toda prima ?tiene que estar soportada por bases técnicas con justificación estadística?, explica.
Sanitas, en cambio, sí tiene en cuenta las características particulares de cada asegurado en la renovación anual de la póliza. ?La actualización de primas se calcula de manera personalizada?, señalan fuentes de la compañía. Entre otras variables, se consideran las prestaciones incluidas, la antigüedad, la siniestralidad, el Índice de Precios Sanitarios, además de cálculos técnicos actuariales. La filial española del Grupo Bupa fue con 160 reclamaciones una de las grandes aseguradoras de salud que más quejas acumula de sus clientes según la memoria de la DGSFP, una cifra que hay que relativizar con los 42,6 millones de actos médicos que registró la compañía en 2013, como apuntan desde la compañía.
La presidenta de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), Pilar González de Frutos, también ha negado recientemente que este tipo de subidas indiscriminadas sea una marca del sector. ?No es cierto que las aseguradoras de salud no estén renovando pólizas en personas de edad avanzada?, aseguró durante la presentación de la Memoria Social del Seguro 2013. Para González de Frutos, las reclamaciones registradas ?no reflejan una práctica generalizada?.
Todas las aseguradoras aplican sus propias cautelas y selección de riesgos a la hora, por ejemplo, de fijar una edad máxima de contratación. DKV tiene productos que pueden suscribirse hasta los 75 años, es la edad máxima para contratar un seguro que aplica Sanitas, mientras que otras compañías rebajan el límite hasta los 59 años. La edad máxima fijada por Adeslas a la hora de contratar una póliza de Salud oscila entre los 64 y los 70 años, según el tipo de póliza, con la excepción del seguro dental, que no tiene edad límite de contratación, señala la aseguradora.
Desde la Dirección General de Seguros y Fondo de Pensiones recuerdan que la prima calculada tiene en cuenta el riesgo de la persona asegurada durante el año de cobertura. Como los periodos de duración del contrato son normalmente de un año, a medida que se envejece, mayor es el riesgo de necesitar prestaciones, por lo que la prima de riesgo es mayor, explican en su memoria.
Y es que no paga lo mismo una persona de 30 años que de 60. El seguro de asistencia ambulatoria de Adeslas Básico, por ejemplo, cuesta 12 euros al mes en el tramo de 0 a 34 años. A partir de esa edad, la prima sube a 19 euros hasta los 44 años, a 22 euros entre 45 y 54 años o a 45 euros a partir de los 64 años.
Son así numerosas las reclamaciones en el ramo de salud por las modificaciones propuestas por la entidad en cada renovación anual del seguro, y que, principalmente, afectan a la prima y a los copagos que debe satisfacer el tomador en el siguiente periodo. Estas variaciones, además de respetar el plazo de dos meses de antelación a la finalización del contrato y la forma establecida en la ley para que resulten válidas y aplicables, deben estar actuarialmente fundamentadas, para mantener y proteger el equilibrio contractual en los contratos de seguro ya celebrados, de acuerdo con lo previsto en la normativa de ordenación y supervisión de los seguros privados.
Se trata, en cualquier caso, de condiciones que asumen los clientes del seguro privado a tenor del crecimiento continuado del número de asegurados en salud. En el primer trimestre de 2014, el número de personas que contrataron este servicio se situó en los 10,65 millones de personas en España, un 1,9 por ciento más que en enero, según los últimos datos de ICEA.