Banca y finanzas

Bruselas tendrá la última palabra en el coste de cada emisión de preferentes

  • Los bancos con ayudas deben proponer quitas en la deuda subordinada e híbrida

La solución a las participaciones preferente comercializadas en masa por la banca entre particulares no va a tan ser inmediata como se esperaba. Bruselas debe decidir una a una sobre las soluciones que le planteen Bankia, Novagalicia, Catalunyacaixa y Banco de Valencia, y otras entidades receptoras de ayudas, con independencia de que pueda adoptar criterios generales a aplicar en situaciones similares.

Así se lo explicó ayer el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, al equipo económico del PP, al que detalló las grandes líneas del Real Decreto financiero que el Gobierno aprobará el viernes.

Minimizar el coste público

El paso por la Comisión Europea es obligado cuando una empresa solicita dinero público. Pero el cambio en la filosofía europea de auxilio a la banca amplía su esfera de decisión. Ahora se obliga al banco a agotar todos sus recursos, incluido imponer el reparto del coste del salvamento entre accionistas y acreedores, para minimizar el consumo de recursos del contribuyente.

Bajo esa nueva máxima, las entidades auxiliadas estarán obligadas a presentar un plan de renegociación de su deuda subordinada e híbrida -incluye las participaciones preferentes- dentro del programa de viabilidad que presenten cuando entre en vigor el nuevo Real Decreto. Eso implica que Bankia, Novagalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia deben diseñar un plan global de "gestión de los intrumentos híbridos de capital y deuda subordinada", al margen de las emisiones que hayan canjeado o las que negocien ya con Bruselas.

Las acciones podrán afectar a las emisiones de instrumentos híbridos como participaciones preferentes u obligaciones convertibles, bonos y obligaciones subordinados. Y ser aplicables a todas o a parte de las financiaciones subordinadas, sin alterar el orden de prelación -el primer impacto lo asumen las acciones, luego los títulos más parecidos a aquellas y, por último, las subordinadas-. El real decreto alienta a buscar pactos voluntarios. En ausencia de soluciones, las impondrá el Fondo de ayuda (Frob). Aunque la última palabra será de Bruselas.

Canjes o quitas

El abanico de medidas fijado por el real decreto es extenso: el banco podrá ofrecer canjes de la deuda por acciones, recomprarlas y pagar en efectivo o condicionando la adquisición a la suscripción de acciones o a la reinversión de ese dinero en otro producto bancario. La reducción del valor nominal de la deuda o su amortización anticipada son otras alternativas. Alcanzar un reparto de los costes adecuado a ojos de las autoridades es crucial para que no consideren inviable a la entidad y procedan a su resolución.

No obstante, Economía lleva semanas intentando pactar una solución con Bruselas para los afectados por las preferentes. Una de las propuestas que ha estado sobre la mesa es que se les abone el valor actual -algunas preferentes cotizan con caídas del 80 por ciento- y recuperen el resto de la inversión con rentabilidades anuales.

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