
¿Quién se atreve a poner precio al banco malo? Con la crisis de ladrillo asumida y la ventas de pisos en mínimos, ahora la mayor amenaza económica proviene del desplome del sistema bancario. La aparición en escena de un banco que sirva de depósito para todos los activos tóxicos de las entidades parece la única solución. Se ha hablado mucho de ello, pero no todo está escrito, reconoce el presidente de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Coapis), Jaime Cabrero. ¿La creación de este banco malo es la solución?
Se critica que el objetivo de la banca es traspasar estos activos nocivos o de dudoso cobro a sociedades que, curiosamente, son propiedad de las entidades financieras para que de esta manera no contabilicen en sus balances. Y mientras, el de Banco de España (BE) hace la vista gorda. ¿Es la jugada?
Los agentes de la propiedad inmobiliaria también hemos llamado la atención sobre los peligros del banco malo. La denominada sociedad de gestión de activos a día de hoy es efectivamente una solución que ha tomado un protagonismo lógico. Pero opciones como ésta cobrarán una dimensión relevante si sirven para reactivar el crédito.
¿Se están haciendo bien las cosas?
Nosotros confiamos en las instituciones, en el Banco de España y en el Ministerio de Economía. El propio De Guindos lo explicaba en el Congreso la semana pasada: "El banco malo forma parte del memorándum de entendimiento, es un instrumento importantísimo, incluso es más importante desde el punto de vista de saneamiento que incluso las inyecciones de capital".
¿Es necesario que el Banco de España tome cartas en el asunto y haga provisionar dichos riesgos a las entidades? ¿Sería bueno una congelación de los activos?
Creo que hay que valorar muy positivamente la actuación del Banco de España como organismo supervisor máximo durante la última década. La crisis financiera se ha agravado en los últimos dos años, por eso precisamente necesitamos ahora instituciones de prestigio y de referencia.
Los agentes de la propiedad inmobiliaria (Apis) han movido ficha y se han ofrecido al BE para valorar los pisos del banco malo.
Sí, hemos querido explicarles qué hacemos y por qué podemos ser útiles en este momento. Nuestra capilaridad geográfica nos permite conocer de primera mano las fluctuaciones de precios en el mercado y sabe fijar con mucha precisión el valor adecuado.
¿Les han escuchado?
Nos han recibido y, lo que es más importante, nos han escuchado. Tienen una oportunidad de oro, sin duda, para hacerlo. Nuestro objetivo, que entendemos se cumplió, era hacerles ver que lo primero que hay que hacer es identificar el problema, analizar, clasificar y después catalogar los productos y proceder a una valoración de mercado ya que no sirve la valoración dada en balance sino la real o de mercado.
¿Cuál es el siguiente paso que habría que dar en esta búsqueda de soluciones?
El siguiente paso será hablar también con los representantes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y con los representantes de la Sociedad de Gestión de Activos Inmobiliarios.
¿Ha hecho ya las cuentas? ¿Quién es capaz de tasar algún activo si el mercado prácticamente no existe y no se producen operaciones?
El valor de mercado lo fija el propio mercado y éste ha estado distorsionado por el boom. Irregularidades existen, claro. Pero la crisis nos ha enseñado que en el mercado debe regir la prudencia y los valores reales. No valores ligados a una financiación futura, no. La propia jurisprudencia del Tribunal Supremo dice que tiene que ser razonable y seguir un esquema lógico, según su ubicación y su entorno.
Sin duda, dibujan ustedes un escenario muy complejo.
Pero los Apis tenemos la fotografía de cualquier operación: el banco, el comprador, el vendedor y el arrendatario. Tenga en cuenta que somos 5.000 personas que nos dedicamos a esto y lo último que queremos es que se generen distorsiones.
Algunos grupos financieros dicen que los planes de viabilidad que están presentando de manera preliminar las entidades son sólo hipótesis supeditadas a las negociaciones del Gobierno con Europa.
(...) Sólo le puedo decir que la crisis por la que atraviesa nuestro sistema financiero es de dimensiones colosales.
También es hipotética la horquilla de precios con las que el Banco de España ha hecho los planes de futuro. ¿Es fiable?
No es fiable, porque es cuadrar un descuento igual para todos los bienes. Eso no es valor real y puede llevarnos a resultados engañosos y dar resultados nada reales.
¿La clave está en el precio? Si baja, se ocasionarán pérdidas adicionales a las entidades que traspasen activos al banco malo; si está por encima del precio del mercado, se desalienta la entrada de inversores privados y se aumenta el riesgo de que el Estado sufra pérdidas.
Las pérdidas creo que ya se están produciendo. No sé por qué la gente se sorprende tanto. Parte de la tendencia que estamos viviendo de descenso de precios es lógica y todavía es pronto para valorar cuál es el nivel de caída definitivo, si se estabilizará o si se mantendrá. El inversor tiene que ver una rentabilidad a largo plazo.