
A la SGAE se le acumulan los problemas con Arteria Promociones Culturales, el holding inmobiliario creado por Teddy Bautista, expresidente de la entidad, que lo consideraba su joya personal y que acabó imputado por ello. Los nuevos gestores están tratando de venderlo, pero el proceso no es fácil.
Ernst & Young, la firma que se ha encargado de auditar las cuentas de 2012, cuestiona ahora las mismas denunciando que no ha tenido a su alcance toda la información necesaria. Arteria, que gestiona los teatros y espacios escénicos que Bautista fue adquiriendo por todo el mundo, declaró en 2012 una facturación de sólo 3,1 millones, un 60 por ciento menos que un año antes.
La buena noticia, sin embargo, es que tras el cambio de gestores y con Antón Reixa ya en la presidencia, el holding logró salir de pérdidas. Si en 2011 registró unos números rojos de 41,2 millones, un año después ganó 5,5 millones de euros. El problema es que el auditor cuestiona inversiones y valoraciones hechas en las filiales que gestionan algunos de los edificios, como las argentinas Altos del Río o Teatros de Autor, la española Wonderland Entertaiment o la mexicana Iberautor Promociones Culturales.
Salvedades
En todos los casos, la conclusión es la misma. "No disponemos de estados financieros correspondientes al ejercicio 2012 de las sociedades participadas ni, adicionalmente, hemos dispuesto de ninguna otra evidencia de auditoría adecuada y suficiente que nos permita concluir sobre la razonabilidad de los importes registrados en las cuentas anuales de la sociedad". Y algo parecido sentencia además tras valorar la tasación del Teatro Cervantes en México.
"No hemos dispuesto durante la realización de nuestro trabajo de información adecuada y suficiente para poder determinar la razonabilidad, ni de la corrección valorativa registrada como gasto en el ejercicio 2011, ni del beneficio reconocido en el ejercicio 2012 con motivo de la venta del inmueble", señala Ernst&Young.
El plan de desinversión iniciado tras la salida de Bautista va despacio dada la coyuntura actual, habiéndose traspasado tan sólo algunos teatros, como es el caso del Cervantes en México DF, o edificios en Buenos Aires (Argentina), pero quedando pendiente por ejemplo, entre otros, la venta de los teatros Lope de Vega y Calderón, en Madrid o el centro escénico de La Cartuja, en Sevilla.
Eso al margen de tener todavía concesiones vigentes, como la del Paral.lel en Barcelona, que está vigente hasta abril de 2016 y que es deficitario. Sus ingresos no permiten compensar los costes y agravan así la situación de la empresa. Con todo ello, el problema de la SGAE es que, según advierte el audidor, a 31 de diciembre de 2012 la sociedad presentaba un fondo de maniobra negativo de 7,8 millones de euros.
Es decir que los activos corrientes no permiten cubrir la deuda a corto plazo. El socio único de la empresa y principal financiador de la misma es la Fundación Autor, que tiene a su vez como accionista único y matriz a la SGAE. La misión ahora del nuevo presidente de la entidad, José Luis Acosta, es acelerar el plan de ventas.